Capítulo Único

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Cuando su conciencia volvió lo primero que identifica fue el cálido pecho que se movía debajo suyo, seguido del agradable olor a bambú y tinta molida. Liu Qingge estaba confundido sobre cómo había llegado a la habitación de Shen Qingqiu pero se sentía tan cómodo que no estaba preocupado, por lo que se acurrucó más en el agradable pecho y decidió dormir nuevamente.

Pero al parecer Shen Qingqiu había despertado y no dejaría que volviera a dormir.

¿Estas despierto? —escuchó a Shen Qingqiu, antes de sentir como tiraba de sus bigotes.

Liu Qingge apartó su rostro y le dio un gruñido de advertencia, antes de darse cuanta que estaba en su forma completa de zorro. Eso es raro, muy pocas veces toma esta forma, esta más acostumbrado a su forma humana. Se da cuenta que su forma actual tiene que ver con la razón por la cual esta en la cama de Shen Qingqiu cuando no puede volver a su forma humana. Shen Qingqiu ante el silencio de Liu Qingge comienza a tirar de sus orejas.

Shen Qingqiu esta molesto.

—¿Qué pasó? —pregunta mientras mira los ojos de Shen Qingqiu. La habitación esta oscura pero Liu Qingge puede ver perfectamente los rasgos de Shen Qingqiu, su cabello negro suelto y la frialdad de sus ojos.

—Tuviste una desviación de qi hace tres días —es lo único que dice antes de tirar de los pelos de su cola.

Entonces Liu Qingge recuerda, le había dicho a Shen Qingqiu que pasaría por Cang Qiong pero en el camino sintió que iba hacer un gran progreso en su cultivo por lo que encontró una cueva donde meditar. Después de eso no se acuerda de nada, solo tiene la vaga sensación de dolor y descontrol, pero es demasiado confuso para recordarlo correctamente.

Una desviación de qi explicaba porque había tomado la forma de zorro y por que no regresaría a su forma humana hasta luego de unas horas.

Shen Qingqiu le había advertido mucho sobre las deviaciones de qi. Tal vez porque cuando fue revisado por el ese entonces discípulo principal de la cumbre Qian Cao, este comentó la surte que tuvo al haber cultivado una buena base pese a no haber entrado a ninguna secta hasta los 16 años y esa era su forma de agradecerle por encontrarlo cuando escapo de los Qiu.

Shen Qingqiu se aburre de atormentar su cola y comienza a tocar sus patas peludas, activando el instinto de Liu Qingge de resguardarlas.

—Eres estúpido, tantas veces advirtiéndote y haces justamente lo que te dicen que no hagas, ¿eres una clase de niño?

—¿Cómo me encontraste? —pregunta mientras intenta retroceder su instinto de morderle la mano a Shen Qingqiu.

—Tu cueva estaba cerca de la ciudad que esta debajo de la montaña Cang Qiong, recibimos un informe sobre una criatura en el bosque que estaba rompiendo todo y soltaba alaridos como si fuera un fantasma en busca de venganza.

Liu Qingge asiente, imaginándose lo duro y peligroso que fue para Shen Qingqiu detenerlo en su desviación de qi. A modo de disculpas alcanza una de las manos que molesta sus patas y la lame. Shen Qingqiu suspira y acepta su silenciosa disculpa, ya que su otra mano se posa en su pequeña cabeza, rascando detrás de su oreja y acariciando hasta su lomo.

Las caricias adormecen el cuerpo que aun no ha recuperado todo su qi, su respiración se vuelve más lenta y Liu Qingge termina durmiendo sobre el pecho de Shen Qingqiu.

Han pasado unas horas cuando se despierta nuevamente, la habitación huele a rocío antes del amanecer, y entre sus brazos está el inconfundible olor de bambú y tinta. Liu Qingge ha vuelto a su forma humana, acomodándose de lado para tener su rostro frente al de Shen Qingqiu.

Los zorros aman las cosas hermosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora