"El Susurro Hacia La Muerte" -Peter Pan y Tú-

capitulo 1

Narra Amaris (tú):

Hoy me desperté gracias a mi hermosa alarma *noten el sarcasmo* me levanté y fui al baño que está en mi habitación, me bañé y me puse unos pantalones negros especiales para entrenar, una blusa blanca no tan pegada ni tan suelta, y unas hermosas botas cafés.

Fui a la playa a entrenar con el sr. Gold, pero no estaba hay así que me senté en la arena para esperarlo y de uno segundo a otro Henry estaba al lado mío.

Buenos díassss-dijo Henry burlón tratando de asustarme-

Jamás lograras asustarme, sigue intentando -dije calmada y volteé a verlo-

Algún día lo lograré -dijo con una sonrisa-

Sigue soñando, soñar es gratis -dije con una sonrisa algo egocéntrica-

Bueno ya saliendo del tema, mi abuelo el sr. Gold me dijo que te dijera que hoy no vas a tener entrenamiento y que lamenta no haberte avisado antes -dijo con una pequeña sonrisa-

 No sé si estar feliz o enojada -dije pensativa-

¿Por qué estarías feliz o porque estarías enojada? -pregunto aguantando la risa-

Pues, feliz porque no hay entrenamiento y enojada porque me desperté temprano sin ningún motivo -dije riendo-

Henry estallo en risas, los dos nos estábamos riendo hasta que mis ojos se volvieran de color amarillo intenso (felicidad) Henry paro de reír para observar más de cerca mis ojos de ahora color amarillo y volviendo a la normalidad

Aunque suene raro aún no me acostumbro del todo que tus ojos cambien de color cada 5 minutos según tus emociones -dijo sincero-

Yo tampoco, me acostumbré a que durante el hechizo no cambiaran -dije algo nostálgica-

 Amaris ¿Me prometes que siempre serás mi hermana mayor? –dijo mirándome a los ojos-

Por supuesto, nunca lo dudes, excepto si me llega mi carta de Hogwarts -dije riendo nuevamente-

Eres la peor para los momentos serios –dijo volviendo a reír-

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Después de contar miles de chistes con Henry y hablar sobre algunas estupideces, los dos estábamos tirados de espalda en la arena riendo

Literalmente, parecemos unas malditas focas retrasadas –dije con dificultad, literalmente nos faltaba el aire de tanto reír, quien lo diría "la peor asesina" riéndose con su hermanito-

Maldita perra –dijo aun riendo-

Oye vocabulario! -dije aguantando la risa-

Pero si tú eres peor, hasta el mismísimo diablo te tiene miedo-dijo con una pequeña sonrisa reteniendo una carcajada-

Así será, pero tu familia me mataría si escuchan como hablas por mi culpa -dije aguantando la risa-

Después de un rato nos calmamos y empezamos a caminar por la arena

Oye enano, vamos por un helado? -dije caminando con el a mi lado-

La pregunta ofende, obviamente si -dijo con una enorme sonrisa -

Después de caminar por la playa con Henry a mi lado, fuimos a mi pequeña casa y me fui a mi habitación para cambiarme y estar más cómoda ya que la ropa de entrenamiento no es del todo cómoda y no es tan normal estar aminando en el pueblo con eso, lo pude haber hecho con magia pero es más divertido así, aparte no controlo muy bien lo de desaparecer o cambiar las cosa.

Bueno...vamos? -pregunte bajando las escaleras ya lista-

Sii -dijo como un niño pequeño, pero si es un niño pequeño, bueno ustedes entienden-

Entonces que esperamos?! -dije como si fuera una niña de 5 años-

Henry y yo salimos corriendo de mi casa y seguimos corriendo hasta ir a la heladería

Hola queridos, que van a querer? -pregunto la señora de la heladería, era una señora de unos 37 años y muy amable a mi parecer-

Yo voy a querer uno de chocolate por favor, y tu enano? –pregunte mirándolo-

Yo voy a querer mi helado de chocolate con vainilla -dijo Henry con una sonrisa-

Después de pedir nuestros helados fuimos al parque para tomarnos nuestros helado, hablábamos de cualquier cosa, hasta que.....

Hola muñeca...me darías tu numero? ya sabes para hablar y quizás hacer algo más -pregunto un chico que ni los dioses saben de dónde salió, parecía de 16 pero no era tan lindo-

Disculpa? ni siquiera te conozco -me levante del banco molesta, donde estaba sentada con Henry-

Bueno en ese caso me llamo Sam, Sam Smith...y tú? -pregunto y yo estaba lo suficiente asqueada y no sé en qué momento saque una daga que tenía en mi cintura y se la lance a su brazo haciendo que este grite de dolor-

Eso fue una lección, para que aprendas que conmigo nadie se mete -dije seria, pero sin gritar-

El solo trataba detener el sangrado en su brazo y me miraba con miedo, pero a la vez con cierto odio, y Henry creo que estaba diciéndome que me detuviera, pero no lo podía escuchar

Él se volvió a acercar a mí y no sé si sentí miedo o algo, pero con mi magia le rompí el cuello, mis ojos se pusieron negros con unos destellos morados y así provocando que se doblara que caiga muerto, otra vez mis impulsos me ganaron, y cuando reaccioné inmediatamente me doy vuelta en dirección a Henry -

¡Vamos Henry, corre! -dije tomándolo de la muñeca rápidamente empezamos a correr hacia el departamento donde vivía Emma la madre biológica de Henry y también sus abuelos-

Después de unos minutos llegamos al departamento casi sin respiración y creo que hicimos mucho ruido porque Emma abrió la puerta asustada.

¿Qué paso? ¡¿Están bien?! -pregunto Emma muy preocupada al vernos-

Si...mamá -dijo Henry con dificultad y entramos al departamento-

Porque estaban corriendo?! -pregunto preocupada Mary Margaret la abuela de Henry-

Henry y yo nos miramos para ver quien decía lo que paso, pero ninguno quería hablar

Que hicieron? -pregunto Emma un poco más calmada, pero sería-

Bueno...digamos que...-empezó Henry, pero lo interrumpí antes de que siguiera hablando y dejara la cagada-

Empezamos una carrera para ver quien ganaba, pero quedamos en empate -dije mintiendo lo más calmada posible porque, aunque sea buena mintiendo, no me recuperaba del todo ya que nunca fui buena corriendo-

Emma y Mary Margaret solo nos miraron casi sin creer que yo quisiera correr y menos a esa hora de la mañana.