Abre un libro o quizás dos ... (Larry Stylinson)

Capitulo 5

Louis Tomlinson.

Dia común hermosamente soleado pero con aire fresco es ya un nuevo día y como todo los días Margaret se levanta muy temprano para preparar el desayuno aunque es ya una persona mayor disfruta realizar sus rutinas cotidianas con algo de tiempo así puede disfrutar el olor a café recién salido de la cafetera y respirar el aroma del pan recién salido del tostador, se dispone a preparar un asiento mas ya que su hermoso nieto los acompaña esta vez. 

Después de tener todo listo en la mesa sube a la segunda planta para despertar a Keith su dulce esposo, posterior de esto se dirige a la habitación de huéspedes que ahora es de Louis, llamando a la puerta sin ningún tipo de contestación se dispone a abrir la puerta lo mas despacio posible pues sospecha que Louis aun sigue profundamente dormido al realizar esta acción sus ojos se llenan de horror al encontrar una de las imágenes mas tristes y despididas para ella, en efecto Louis sigue profundamente dormido pero gracias a su pijama ella puede ver algo que para su corazón es muy triste debido de que Louis porta un pantalón de franela y una camiseta lo suficientemente descubierta y delgada, misma que refleja todos los moretones que Louis tiene en la espalda, hombros, y brazos causados por años de abuso causado por su padre, lo que hace que Margaret entienda el por que Louis ha decidido visitarles tan de pronto y tan rápido sin previo aviso, es verdad que ella sospechaba que su nieto había mentido en cuanto a la razón de su visita solamente que no sospechaba la gravedad de la situación, después de haber estado un largo tiempo en la puerta sin poder moverse de la impresión puede notar como Louis se mueve de manera referente a despertar. Tiene que decidir que hacer, quedarse y esperar a que Louis se de cuenta de que ella lo sabe o irse a la cocina a hablar con su esposo del asunto. 

Eligiendo la segunda opción cierra la puerta con cuidado y baja la escalera con lagrimas en los ojos, Keith al mirarla destrozada pregunta el motivo que la aflige.

— ¿Qué pasa querida?—Pregunta angustiado Keith 

—Querido creo que la situación de Louis es muy grave acabo de entender el motivo por el cual se intereso de manera repentina por vivir con nosotros y es que es muy horrible lo que acabo de ver yo simplemente no se que o como actuar en estos momentos simplemente yo...— Rompe en llanto.

— Tranquila querida cuéntame que es lo que has visto.

— Louis esta lleno de moretones por todo el cuerpo ambos sabemos que nuestra amada hija sufría de abuso por su marido, esos golpes que traía en la cara y en los brazos no eran a causa de caídas aunque ella afirmaba que así era, y es que como pudimos ser tan ciegos o tan ilusos en pensar que él no golpearía a Louis debimos haberlo traído con nosotros el día del sepelio de nuestra hija.

— Querida tu sabes muy bien que eso era imposible aparentaban ser una familia feliz y sin problemas, además nuestro hierno jamás hubiera dejado que trajéramos con nosotros a Louis era muy joven y no podíamos hacer nada  si hubiéramos notado el abuso, se habría podido demandar su custodia pero ahora él esta en nuestra casa, aunque es mayor de edad ahora esta protegido.— Respondió con la voz un pco rota pero intentando consolar a su esposa, la estrecho en un fuerte abrazo.

— Muy bien de ahora en adelante no dejaremos que ese animal toque de nuevo a Louis lo protegeremos como no pudimos proteger a Johanna. —Respondió Margaret limpiándose las lagrimas.

Al cabo de media hora Louis bajo a la cocina para buscar el desayuno, sus abuelos se sentaron a la mesa con el y comenzaron a discutir temas banales y sin importancia acerca del clima y de las cosas que ocurrían en las noticias.

—Amor ¿Quieres más pan tostado o  panqueques?  —Pregunto la dulce anciana a Louis.

—No abuela estoy lleno muchas gracias.—Contesto dándole un sorbo a su taza de café.