Recuerdos

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Abuelo: Bell, te debes de convertir en el último héroe y tener un harem, recuerda que espiar es parte del romance de un hombre.

Bell: ¡Abuelo!

Abuelo: ¡Romance!

Bell: ¡Abuelo!

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Bell: Abuelo creo que es hora de partir, se que ya no estas conmigo pero espero que me veas desde donde sea que estés, aunque creo que me estas viendo desde abajo en vez de arriba, jeje. Pase por mucho después de tu muerte, mira lo grande que va a ser tu nieto.

Salí de la casa donde viví unos de los mejores años de mi vida, todavía recuerdo cuando el abuelo me dio una sopa con hongos venenosos, casi muero y no podía comer nada más que líquidos.

Fue un gusto vivir en esta casa pero debo de partir, tal vez regrese alguna vez para descansar, desmayarse por el golpe de un pajaro no fue el mejor inicio.

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Me encontraba en una carreta, me despertó el ruido del golpe contra el suelo, moví un poco mi cabeza y me encontré con más personas, tenían armas y escudos... espera... ¿Por qué yo también tengo uno?, mis pensamientos se vieron interrumpidos por un... ¿Compañero?

??? : Oye muchacho, ¿preparado para la guerra?, cubre tu cabeza y no mueras a la primera lluvia de flechas.

Bell: ... ¿Gracias?

???: no hay de que, mi nombre es Allen.

Bell: Mi nombre es Bell, me podría decir donde estamos?

Allen: Conoces Orario?

Bell: Si! es ahí a donde vamos?

Allen: No, vamos en dirección contraria.

La esperanza de Bell se redujo a la mitad.

Allen: Y nos dirigimos a la guerra, nos encontraron de ilegales en un bar clandestino, nos atraparon y nos obligaron a entrar en esto.

Bell: Estaba en un bar clandestino?

Allen: Si, recuerdo que tu estabas antes de que todos los de aquí entrarán al bar.

Bell: Gracias.

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Recuerdo este olor, era el olor de la sangre, la primera vez que llegó a mi nariz fue cuando el abuelo me llevó a cazar.

Me levante entre todos los cuerpos, creo que vi parte de la cara de Allen, una lastima, parece que se había acabado la confrontación, ni siquiera recogieron a los muertos, necesitaba avanzar, no podía quedarme aquí, escuchaba voces, pedían ayuda, al parecer muchos tenían la misma suerte que yo, pronto las voces pararon, trate de ayudar pero no pude llegar a tiempo.

Tenía un par de cortes en el torso, mis brazos y piernas estaban a punto de fallar, tal vez sean delirios míos pero vi a una mujer de pelo azul con un arco, varias chicas empezaron a surgir del bosque, no pude ver nada después de caer, el cielo es bonito ¿no?, mi vista empezó a fallar, antes de cerrar los ojos pude ver a esa belleza de pelo azul, se quedó mirando unos segundos para luego llamar a sus acompañantes, si no me ayudan entonces me entierran de todas formas gracias.

Mi querida Artemisa...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora