Semanas antes
Últimamente he estado muy enferma, con gripe y fiebre, aunque he sido lo suficientemente fuerte como para no dejarme vencer tan fácil por una tonta enfermedad
No señor
Me considero una persona puntual, pero por culpa de esta Estúpida enfermedad, mis ánimos han decaído y no tengo a nadie cercas, me toca cuidarme, verla por mi seguridad y moverme yo sola
Había ido al medico hace poco, aunque casi llego tarde, el me recomendó que tome mis medicinas y guarde reposó, si es para mejorar mi salud, no me queda de otra más que obedecer
Soy más fuerte que ésto...
Días más tarde
Me encontraba saliendo de mi casa en un día sábado por las 4 de la tarde más o menos ya con mi salud mejorando, me dirigía en planes de ir a comprar un café de una tienda 24/7, cuando el hijo de uno de mis vecinos de nombre Sebastián estaba de regreso a su casa
Sebastian era un chico de 16 años muy mal educado y muy grosero, al que sus padres no se hacían cargo de él, eran unos señores irresponsables y algo problemáticos
Era común que esa familia tuviera música muy alta todas las semanas por la noche o cuando un vecino les llamaba la atención por su hijo o se quejaba por algo de ellos por cualquier motivo justificado, ellos reaccionaban de una mala manera, pero su hijo era el peor
Por alguna razón le gustaba más en especifico meterse en problemas conmigo pero no podía hacerle nada por que aún es menor de edad, y claro, eso era algo de lo que se factaba
—Ashhh... ahí esta ese mocoso idiota e infeliz -pensé cerrando la puerta de la calle
—Oye vecina, bonitas paredes y también bonitas puertas las de tu muralla -decía balanceando de arriba abajo un bate color blanco y azul -Ojalá no les pase nada
Sus palabras eran molestas, su forma de hablar y como me dirigía la palabra, me enfurecian
—¡Escúchame idiota! -me acercaba a él —¡Si tu le haces algo a mí residencia, no responderé! ¡No me importa si eres menor de edad, si tus padres no te dan educación, yo lo haré!
—Como se pudieras, si tu me haces algo, te voy a denunciar por maltrato infantil
—Infeliz... -miro su bate —Tienes un muy bonito bate, es de metal, seria una pena ¡Si alguien te lo quitara! -tomé el bate con mis manos
—Oye suéltalo, es mío -me decía forcejeando
El joven Sebastián intentaba que yo soltara el bate pero no lograba nisiquiera moverme de mi lugar
—¿Cómo es que eres tan fuerte, flacucha pálida? -jalaba el bate con todas sus fuerzas hacia atrás
—¡¿Cómo me llamaste?! ¡Grandisimo hijo de puta! -Solté el bate haciendo que el mocoso de sebastian cayera hacia atrás golpeándose la cabeza
—Escúchame idiota -tueso por ese esfuerzo, luego me agachó enfrente de él —No estoy tan bien de salud, así que no me hagas enojar más que hoy no seré tan tolerante contigo, iré a comprarme un café y cuando vuelva, más te vale que mi residencia esté intacta -le pongo una mirada matadora y luego me pongo de pie y voy a comprarme el café
Al regresar veo a los vecinos problemáticos saliendo de su casa
—Ashh.. ya no tengo humor para más problemas... -los esquive, espere que se fueran de mi vista para meterme a mi casa
ESTÁS LEYENDO
Sola
Science FictionSoy Lily Miller, una ruda sobreviviente solitaria de los días de los Muertos Vivientes. Un día, desperté sola en un mundo sumido en el apocalipsis, pero no permitiré que eso me detenga. En este nuevo mundo donde los muertos han revivido, tengo la op...