Capítulo único

7.6K 726 776
                                    

NOTAS: ¡Hola!  Esta historia no es una historia nueva, de hecho la escribí y la publiqué en el 2019 justo el 8 de octubre que es el cumpleaños de mi amado Lan Huan. Solamente que, como se encontraba publicada dentro de un compilado de historias que tengo, siento que no llegaba a suficientes personas así que decidí publicarla otra vez pero a parte ya que  no es tan corta. Por supuesto no quería publicarla así nada más entonces también aproveché para ponerle una preciosa portada y le pedí una comisión a mi amiga Scarlet Rose la cual como verán quedó BELLÍSIMA.

En fin, ¡disfruten la lectura!

.

Desde que Jiang Cheng y él comenzaron a vivir juntos, las mañanas siempre eran su momento favorito del día. Era el tiempo perfecto para admirar al amor de su vida en todo su esplendor. Era casi una visión angelical, tan tranquilo, relajado, tan hermoso. Lan XiChen era la única persona en el mundo que podría jactarse de ver esa faceta de Jiang Cheng, era la única forma de verle tan vulnerable y delicado, sin duda algo fascinante para cualquiera que conociera al menor.

Tomó un mechón del cabello de su esposo y lo pasó detrás de su oreja. Su esposo, por alguna razón recordó lo mucho que debió insistir en obtener la aprobación de Jiang FengMian para que le permitiera casarse con uno de sus tesoros, con el más consentido de hecho. Incluso recordó como el día en que anunciaron su compromiso a su familia y amigos, todos los Jiang lo amenazaron uno por uno, incluso lo amenazaron Jin ZiXuan y también a su propio hermano Lan Zhan. Todos los Jiang le recitaron la suerte que tenía de tomar a Jiang Cheng como esposo y la gran persona que era el hombre en cuestión, y que, si se le ocurría hacerlo sufrir, ellos le arrebatarían toda la felicidad en su vida.

Fue gracioso como la misma y siempre dulce Jiang YanLi le dijo aquellas palabras con una sonrisa en el rostro, pero con total seriedad. Incluso le dio más miedo que ver al patriarca Jiang abalanzarse sobre él cuando se enteró que ya le había quitado la virginidad a su bebé. De inmediato XiChen sacudió la cabeza para olvidar aquellos gratos recuerdos y concentrarse en su presente. Su maravilloso presente con su A-Cheng desnudo envuelto en las sabanas de su lecho y viéndose absolutamente delicioso solo para él.

Amaba admirarle en ese estado. Se acercó al angelical rostro de su amado y dejó un suave beso en su mejilla, para luego acomodar de nuevo el travieso mechón de cabello detrás de su oreja, solo para lamentarse internamente de no poder quedarse para hacerle el amor de nuevo a Jiang Cheng. Pero no podía hacer nada al respecto, incluso aunque fuera su cumpleaños, debían asumir sus responsabilidades, WanYin debía tomar un vuelo a Seúl y él debía hacerse cargo del negocio familiar.

Sin pensarlo más, para no retrasar lo inevitable, se levantó de la cama y salió decidido a ducharse, vestirse apropiadamente y subir a su auto pronto para llegar al trabajo. Eligió ropa algo casual ya que después de todo era sábado, un pantalón de vestir gris, zapatos negros y una camisa del mismo color con rayas verticales en blanco, su largo cabello suelto y peinado hacia atrás como siempre. Cuando estuvo listo y a punto de bajar las escaleras, echó un último vistazo al hermoso hombre que aun dormía plácidamente en la enorme cama. Se mordió el labio y se resignó a salir de su casa de inmediato para no retrasarse más.

Una vez en el estacionamiento del edificio donde trabajaba, XiChen revisó su celular. Había muchos mensajes de su tío, su hermano, sus cuñados, su suegra y sus mejores amigos. Sonrió al leer cada uno de los textos y después bajó del auto para comenzar su día, y tal vez, terminar pronto para variar.

Estaba dando un paso dentro de su oficina cuando sonó su celular con una llamada de Jiang Cheng.

– Buenos días mi...

El mejor cumpleañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora