Era una mañana soleada en la torre Hokage, donde se encontraba trabajando Hashirama acompañado de su hermano Tobirama e Izuna, el sublider del clan Uchiha.
-Chicos, voy a salir un par de horas para una junta con los Uzumaki. Aquí os dejo el papeleo que hay que acabar, y NADA DE PELEAS- Dijo mirando a Tobirama
- No prometo nada- contestó el albino
Hashirama se marchó mientras se sumía en una de sus depresiones.
Tras un rato de silencio, Izuna habló- voy a salir a por algo de comer
- De eso nada, primero hay que acabar esto, queda poco rato
- Pues continúa tu-bufó el moreno- No me vas a impedir salir por muy hermano que seas del hokage. Solo eres un subordinado más- Dijo eso último con voz filosa.
- Ya me hartaste imbecil y esta vez no estará tu hermano para defenderte como en la guerra
- Callate, rata de alcantarilla
- Veo que se te están pegando las costumbres de ese puercoespin-dijo entre dientes Tobirama algo dolido, sabía que Madara lo llamaba así pero Izuna nunca había dicho nada, al menos, delante de él
- Yo digo lo que se me pega la gana
Sin preveerlo, Izuna se encontró acorralado en la pared, el Senju era tan rápido que ni lo sintió (por algo lo llaman el reverso flash xd)
Se encontraba en medio de los brazos del albino, que estaban apoyados en la pared. Se acercó a su oído y le susurró:
- vuelve a abrir la boca y entenderás el verdadero significado de "él que desayuna uchihas "
- Demuestramelo ratita-estaba intentando parecer seguro pero por dentro estaba muerto de miedo. Tobirama era unos 10cm más alto que él y bastante más ancho, y no lo subestimaba para nada teniendo en cuenta que casi lo mata. Él tenía sus ojos, sabe que podrían provocar un desastre pero si era por defender su honor poco le importaba.
Activo su mangeyko sharingan, y sintió como lo levantaban del cuello unos cuantos centímetros sobre el suelo
- Esos ojos, esos benditos ojos...-decía el mayor casi susurrando
Izuna lo acabo desactivando y se quedaron mirándose fijamente unos segundos
- por que no puedes ser como los demás de tu clan, por que?- se preguntaba Tobirama
- A-a que te refieres- a Izuna ya le comenzaba a faltar aire
- por que no puedes darme asco como los demás, ellos...sus ojos son repulsivos, son como...demonios sedientos de sangre, con sus pieles tan pálidas y afilados rasgos...tu en cambio te ves tan delicioso
Tras eso, lo soltó y los pies de Izuna volvieron a tocar el suelo. Pero se volvió a quedar sin aire cuando el mayor lo tomó por sorpresa y lo besó.
- Tobirama que crees que estás..mmhgg-quedo callado cuando el albino le metió la lengua en la boca
Mentiría si dijera que no le gustaba, Tobirama podía ser un idiota amargado pero era bastante atractivo, quizá incluso para el, de las personas más atractivas que había conocido nunca. Pero su odio había cegado ese pensamiento, hasta ahora.
Siguieron besándose unos minutos, la boca de Tobirama era deliciosa, sabía exactamente como besar, le metía un poco la punta de la lengua, hacían una pequeña pelea, y luego se dedicaba a succionarla y morderla sin hacerle daño.
Debido a eso el menor no podía evitar soltar pequeños gemidos muy vergonzosos
- Resérvate eso para cuando gimas bajo mi pecho-le dijo Tobirama al notarlo