Capitulo 1

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Valentina:

Estaba terminado de armar mi valija, cuando siento que de repente alguien toca mi puerta, agarro el par de zapatillas y me dirijo hacia ella, cuando la abro veo a Lucas con un ramo de rosas, pero en su expresión había algo que me hacía preocupar demasiado.

-¿Qué pasa?-Pregunto ignorado todo lo demás

-tenemos que hablar

El pasa por un costado mío, sin darme un beso ni nada, solo corre una pollera mía y se sienta en mi cama, nunca levanta la mirada, solo la tiene fija a una media que esta tirada en el suelo

-Lucas me vas a decir que está pasando, porqué esto me está preocupando-manifiesto poniéndome en frente de el

-creo que deberíamos terminar lo nuestro- escucho que un hilo de voz sale en esas palabras

-¿Por qué? , Si estuvimos hablando un montón de esto y no me mudo de país solo de provincia-explico enojada

-no creo que lo pueda soportar, además lo estuve pensando mucho tiempo y creo que es lo mejor para ambos-

No le respondo, solo le abro la puerta para que se vaya, él no se detiene ni nada solo pasa al lado mío como una brisa fresca en verano que no se detiene sino sigue su rumbo.

Sigo parada sin entender nada, mi corazón late muy rápido que ciento que se me va a salir del cuerpo, mis manos tiemblan y siento una voz en mi cabeza que non me deja pensar ni reaccionar.

Me acerco hasta el ramo de flores, y dentro de una flor había una nota.

La saque con cuidado sin arruinar los pétalos y aquel papel me termino de romper, todavía no entendía para que había venido a mi casa, con ese ramo y aquella nota solo para decirme que no quería estar más conmigo.

Escucho pasos cerca de mi habitación y veo a mama en aparada bajo el marco dela puerta

-¿Qué paso con Lucas?- interroga preocupada

-terminamos- digo con la poca voz que me quedaba.

Tenía un nudo en la garganta que sentía que cada segundo que pasaba más se apretaba y sentía que ya no podía respirar.

Mama no dijo nada, solo se sentó a mi lado y me abrazo de la tal manera que tenía miedo que me partiera en mil pedazos, ella sostenía mi caída.

Llore y llore como nunca había llorado en mi vida, él había sido mi primer novio, mi primer todo pero a veces la vida te enseña a golpes que no todo es para siempre, que todo tiene un principio y un final, aunque no lo queramos aceptar.

Estábamos en el aeropuerto, mama no paraba de llorar, papa se hacia el fuerte pero dos por tres veía que se secaba una lagrima.

No me quería ir, porque dejaba mis raíces, mis amigos, mis costumbres, mi familia, todo lo que me ataba estaba ahí, pero también iba a ir a cumplir mi sueño y como decía mi abuela, las oportunidades solo pasan una vez en tu vida y está en vos si lo tomas o dejas que el miedo te haga desistir.

Cuando escucho que mi vuelo en los altavoces, abrazo a mama y papa como si nunca más los volviera ver.

Empiezo a caminar y me prometí a mí misma no mirar hacia atrás, porque estaba más que seguro que si miraba de reojo tiraba todo por la borda y me iba de vuelta a casa con ellos 

Nuestra Última Carta De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora