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Caminaba por los pasillos del supermercado buscando el lugar donde se encontraban los dulces, se había mudado apenas hace una semana y ya tiene un departamento y también compro la comida que debería ir en la alacena pero al llegar al apartamento se dio cuenta que no había llevado dulces así que regresó y ahora se encuentra con una pequeña canasta en mano buscando algunas golosinas.

Las encontró, y entre tantos aromas del supermercado sólo uno lo pudo oler demasiado fuerte y le gustó.

Chocolate puro y menta.

Su Omega ronroneo feliz en su interior.

...

Estaba en el pasillo de los dulces, como siempre, acomodando algunas bolsas de malvaviscos de chocolate en el estante más alto con ayuda de unas escaleras que podía mover con facilidad, cuando sintió un aroma más fuerte y más atrayente entre todos.

Manzana y caramelo.

Se giró, vio a un chico Omega tratar de alcanzar unas paletas de cereza que se encontraban aparentemente muy altas, una sonrisa se extendió en el rostro del Omega como si hubiera tenido una brillante idea, el chico retrocedió unos pasos lejos del estante antes de impulsarse y estirar las manos para tomar una paleta, sin embargo, cayó sentado sobre su trasero e hizo un notable puchero.

Harry, quien miraba la escena, sonrió enternecido y bajo las escaleras para ayudar al Omega que al parecer se rindió y se había tumbado en el suelo con los brazos estirados mientras soltaba bufidos y decía cosas inaudibles que al parecer eran maldiciones.

—Debiste aver pedido ayuda, podrías haberte lastimado—susurro con una sonrisa y extendió una mano para ayudar a que el Omega se levantara

El chico soltó un resoplido antes de que una sonrisa tímida se formará en sus labios, tomo la mano que el Alfa le ofrecía y se irguió sacudiendo un poco su ropa.

—Normalmente no necesito ayuda para comprar dulces, pero acabo de mudarme y no entiendo porque las paletas tienen que estar tan malditamente altas aquí—dijo cruzándose de brazos y frunció el ceño viendo directamente hacia arriba, donde estaban las paletas de cereza que intento tomar antes

Harry soltó una risa, mirando con diversión al Omega.

Tierno, pensó su alfa.

—No te ofendas pero, no están tan altas, sólo...—penso unos segundos antes de seguir—tu eres muy pequeño

El Omega habría la boca y extendió sus brazos en el aire, se veía realmente ofendido, dirigió su mirada al alfa

—yo no soy pequeño...—apunto con su dedo índice al alfa y tocó su pecho—tú eres demasiado alto, ¿Como están las cosas allá arriba?

El Alfa soltó una carcajada, el Omega frunció el ceño

—No te rías, es cierto, yo no soy pequeño—puso sus manos en su cintura y apoyo su peso en una pierna, alzó una ceja al ver que el Alfa trataba de recuperar el aliento y tenía la respiración entrecortada

—tienes razón, claro que no—le dio la razón finalmente, una vez que paro de reír y respiraba correctamente

—y tu eres muy alto...—comento el Omega, queriendo dejar en claro que el no era de baja estatura

—Exacto—concordó con una sonrisa y asintiendo con la cabeza

—Ademas mi estatura no está mal-—siguió

—Ajá—contesto simple

—Oye, ¿estás dándome la razón para que me caye?

—Quizá si, quizá no, nunca lo sabrás cariño—sonrió al ver el sonrojo del Omega, tomo sin esfuerzo alguno una paleta de cereza y se la dio al Omega—por cierto, soy Harry

—Soy Louis—sonrió y tomó la paleta que el Alfa le daba—pasame otra

El Alfa tomo otra paleta y se la paso a Louis.

—Gracias—susurro Louis

—No hay de que, ¿Necesitas que te ayude en algo más

—Mm...—el Omega lo pensó por un momento—donde están los malvaviscos de chocolate?

—Acá—dijo simple y camino de regreso a la escalera siendo seguido por el Omega, subió la escalera y bajo una bolsa de malvaviscos, se la entrego al Omega y esté sonrió echándolo a la canastita junto a las paletas y la dejo en el suelo estirando sus manos para ayudar a bajar las escaleras al alfa, Harry alzó una ceja pero no dijo nada y tomó delicadamente las manos de Louis para bajar con cuidado, una vez estuvo con los pies en el piso sus manos se soltaron lentamente, ninguno quería que el tacto del otro desapareciera.

Louis suspiró, tomo la canasta y hablo.

—Gracias por la ayuda Harry, eres muy amable, y lindo—lo último lo susurro casi inaudible—nos vemos luego—le dio un beso en la mejilla al alfa y prácticamente corrió con las mejillas rojas.

Harry tocó el lugar donde el omega dejo el beso, y sonrió.

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Holaa, Este es de mis primeras historias jsndksk espero les guste

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Supermarket // l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora