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Otro día más en el cual solo me dedicaba a apreciar la vista hacia el jardín, en busca de que, la verdad ni yo misma sé. Todo en la casa estaba tan silencioso, que juraba que podía escuchar el latir de mi corazón.
—¿Por qué vives pegada a la ventana espiando a los Oh? Susurró Jeno en mi oído haciendo que saltará en mi sitio. —Deja de molestar Jeno, no seas metiche-refunfuñe algo irritada —Seré metiche, pero no me la paso acosando a los vecinos. ¡Idiota! —Idiota, tu cul.,-no pude seguir porque Doyoung me interrumpió—Tu qué? Rose —¡¡Ehh... nada, nada!! —¿Eso espero eh, y bueno que hacían? — Hyung yo nada y pues esta niña acosar a los hijos del señor Oh— respondió Jeno —¡JENOOO! Deja de jodeeer
Doyoung solo nos miró con una sonrisa en su rostro, mientras me hacia una seña para que lo siguiera a la cocina; la verdad es que ya me imaginaba lo que me iba a decir.
—Rosie, Rosie-Tarareo mientras fijaba su intensa mirada sobre mi, y solo con eso ya empecé a sentirme nerviosa. —Dodo...y-yo —Rosie no voy a regañarte, solo quiero hacerte una pregunta. ¿Okey? —menciono mientras peinaba su cabello y relajaba su rostro. —Está bien, dime —Que paso con la universidad? —Bueno este año va a hacer sabático y- — Ajá, pero entonces por qué espías a los vecinos acaso, ¿te gusta el señor Sehun? —pregunto con una sonrisa malvada plasmada en su rostro. —Hasta acá siento el cambio radical de tema...—opiné enarcando una ceja. —Entonces, ¿sí? —Doyoung sonrió, en broma —¡NO!, ¿Qué te pasa? —¿A mi nada, por? —Bueno eso era todo? –pregunté entrecerrando los ojos. —Si
«¿Por qué Doyoung actuaba tan raro?»
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Iba caminando, cuando al pasar por la habitación de Jeno vi su puerta entreabierta y decidí entrar; Al entrar pude observar 2 cosas: la primera que la cama estaba repleta en ropa con un Jeno a un costado de ella, la segunda a Doyoung peinando calmadamente su cabello. Mis hermanos estaban solo con un pantalón y su torso desnudo«A ellos les gusta andar exhibiéndose».
—¿Y esto, a que se debe? —indague Jeno me miro decaído dejando escapar de sus labios un sollozó—No sé qué ponerme, ayúdame. Doyoung rio largamente de la respuesta—Pero si de los tres, tú eres el que tiene más ropa. —ironizo
Entonces recordé lo apasionado que es Jeno, para escoger que ponerse aún así si va a la esquina simplemente a comprar el pan. Siempre tiene que estar inalcanzable a la vista de todos.
Desde pequeño fue así, muchas veces lloro al sentirse feo por la forma en la que estaba vestido. Realmente es de admirar su gran sentido de la moda, de un simple pantalón y blusa hace un gran outfit.
—Pero solo vístete de negro, porque guapo ya eres—contesté, mirándolo astutamente. —Tomare tu consejo Rosie, entonces ¿vienes con nosotros? —Jeno me dirigió una mirada claramente de duda. —¡Sal con nosotros!, eres joven diviértete. —Doyoung acusatoriamente reprocho, mi introvertismo. —Ayer salí—contradije, esperando que lo olvidara —¡ROSE NO SEAS ABURRIDA, POR FAVOR! —exigieron mis hermanos, logrando causar una gran carcajada que no dudó en salir de mis labios.
Aunque viéndolo desde otro punto de vista, me haría bien salir de casa y más con mis hermanos; «ha pasado un largo tiempo desde la última vez que salimos los tres juntos».
A pesar de ser la única chica ente varones, nunca me he sentido incomoda o excluida por mis hermanos; ya que desde muy pequeña me han tratado como una princesa. Si ellos pudieran ponerme dentro de una cajita de cristal; lo harían sin dudarlo.
—Está bien, está bien iré a cambiarme. —cediendo, salí de la habitación de Jeno.
Debo cambiarme y peinarme, no me complicare tanto, en fin. Solo es una salida ni que me fuera a encontrarme a mi vecino.
Espera, ¡¿Por qué pensé en Él?! no tiene sentido, porque solo es eso; mi vecino.
Rebuscando entre mis cajones divise unas de mis tantas faldas plisadas, cuales eran mis favoritas. A sique me lo puse, y busqué alguna sudadera o crop top, con la cual pudiera combinar.
Al encontrar lo que buscaba, decidí que también debía peinarme y maquillarme un poco y así lo hice, cinco minutos después gire hacia el espejo de cuerpo completo ubicado en una esquina sobre mi alfombra de color violeta.
Y me encanto el resultado, me encanto lo que pude observar allí en ese espejo que estando vestida tan sencilla me seguía viendo linda, desde mi falda crema plisada en angostas y pequeñas tablas desde mi crop top claro de tiras, hasta mi sencillo peinado de trenzas pequeñas complementado por mi delicado maquillaje.
Cuando estaba por cerrar la puerta de mi habitación escuché los gritos de mis hermanos desde la planta baja, preguntando si ya estaba lista. A medida que bajaba los peldaños de la escalera escuchaba murmullos en el patio, cuando logré salir me encontré a mis hermanos junto a una visita que por cierto no era de mi agrado. No soportaba ver siquiera su cabellera castaña asomarse por las ventanas cada que alguien o algo pasaba por este residencial, lo detesto enserio.
Estando ahí parado junto a Jeno tratando de hurgar en su vida como lo que es, un chismoso, me lleno de enojo porque sonreía tan lindo que cualquiera que nos viera, pensaría que eramos amigos cuando la realidad era otra.
Lo tenía escrito desde hace rato, pero estaba un poco ocupada por las tareas y exámenes así que aquí esta.
