Capítulo 5. Sueños rotos

18.6K 1.2K 26
                                    

Alek

Estoy muy confundido hace más de un mes que no veo a Ainoa y no la puedo sacar de mis pensamientos, esta chica se está metiendo cada vez más dentro de mi. Cierro los ojos y no veo a Irina la mujer de la que estuve enamorado durante cinco años. Ahora solo veo y siento a Ainoa, cada vez que cierro los ojos su olor me atormenta ¡¡¡maldición¡¡ no puedo seguir así, no quiero hacerle daño, ya ha sufrido suficiente en esta vida.

Unos golpes en mi puerta me sacan de mi estado.

- ¿Alek Ivanoi Márquez que se supone que haces, porque no me contestas al teléfono?

Como siempre el inoportuno de mi hermano.

- Dimitrik ¿que se supone que haces en mi casa?

- ¿Te encuentras bien?lo digo porque nunca te levantas después de las ocho y son las once.

- Dime a que has venido.

- Vale hermano, he venido porque Irina me ha llamado y me ha dicho que no le contestas y necesita hablar contigo urgentemente. Que si no le contestas se presentará aquí.

- ¿Pero qué quiere de mí ahora?

- Esa es tu novia hermanito.

- !!NO¡¡ ella era mi novia hasta que decidió liarse con mi padre¡¡

La cara de Dimitrik cambió de repente. Él no sabía el motivo por el cuál decidí abandonar Rusia.

- Pero que mierda --suspira y me mira--todo estos meses aquí y ¡¡NO ME LO HABÍAS DICHO.!!

- Dimitrik no quiero hablar de ello tu sabes cuan enamorado estaba de ella y sin embargo padre me lo repetía "Alek esa mujer solo quiere tu dinero".

- Pero padre es un jodido hijo de puta.

-No, él solo me abrió los ojos, era yo el que no lo quería ver hasta que la escuche "Alek solo es un medio para conseguir mi propósito".

-Pero dime hermano, ¿aún la quieres?

Lo miro y me tapo la cara con la almohad. Trato de tragar, siento un nudo en la garganta .

-Sí. Cuando la conocí creí que era un sueño hecho realidad, la amaba como nunca he amado a nadie. Pero ya ves, nuevamente mi padre tuvo razón. Para ella no fui nada, y solo me quedó un sueño roto.

-Se que es duro, a madre nunca le gusto, pero te respetaba y nunca hizo nada... Siempre nos respetó.

María Márquez era la mejor mujer del mundo. Alegre y con mucho desparpajo. Mi padre y ella se conocieron en un chiringuito en Málaga, donde ella era camarera. Desde ese momento y hasta el último día de su vida lo amo. Tras su muerte mi padre cambió, se convirtió en un ser déspota y sin escrúpulos.

-Sí, ella lo era todo ,no sabes como la echo de menos.

-Yo también. Creo que es la única mujer que amaba y extraño cada uno de sus consejos.

Para miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora