𝐓𝐎𝐑𝐌𝐄𝐍𝐓𝐎 | S.C

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| Capitulo 8|

¿Te dignas a hablarme?

Dos semanas sin ir al instituto, por suerte mi madre y mi hermana se las habían arreglado para justificar mi falta, me sentía poderosa, literalmente

Los dones de las hadas me hacían sentir segura, aunque también sentía que algo me faltaba, pero no sabia que era

No solo los dones de las hadas me hacían sentir así

¿Recuerdan cuando Kim se congelo de la nada?

Bueno, es complicado, por alguna razón obtuve telequinesis, aparte de que me estaba sintiendo incómoda, derrepente me daba mucho calor, pero le reste importancia

Cruce las puertas del instituto junto a Adaliz y como si estuvieran coordinados nos voltearon a ver, absolutamente todos

Mi hermana parecía no hacerles caso, pero conmigo era diferente, no estaba acostumbrada a tanta atención, así que intente ignorarlos

Las clases fueron normales, aunque las miradas seguían en mi de vez en cuando, Evelyn estaba en algunas clases conmigo, pero esque había una diferencia muy notable entre ella y yo, ella hablaba de más y yo apenas si dirigía la mirada

Salimos de clase al oír la campana anunciando el descanso, nuevamente las miradas, me daban ganas de usar alguno de mis dones para que dejarán de mirarme, pero debía calmarme

Al entrar al comedor me sentí aún más abrumada por todos los ojos sobre nosotras

— Me va a dar algo si nos siguen viendo...¿Tengo algo en la cara? — dije un poco molesta

— Tienes razón...¡¿Tenemos algo en la cara?! — automáticamente todos dejaron de vernos, excepto unas personas, los perros

— Agh, vamos a sentarnos — dije algo frustrada

Nos sentamos en una mesa vacía y no paso ni un minuto y todos los perros ya estaban sentados con nosotros

— Hola cachorrita — llegó a mi lado Paul empujando a Seth quien pretendia sentarse a mi lado

— ¿Te dignas a hablarme? — dije haciendo una mueca, el no borró su sonrisa

— Oye, tengo mucho que explicarte pero aún no es el momento cachorrita — pasó su brazo sobre mis hombros — Además que tampoco me corresponde a mi decírtelo

— Mira Lahote, será mejor que te dejes de estupideces, no vas a lograr nada con decirme cachorrita — quite su brazo de mis hombros y todos parecían sorprendidos por mi lenguaje — ¿Que?, ¿Creiste que llegaría corriendo a ti y te abrazaría?

— Pero... Cachorrita —

— Pues te equivocas — lo interrumpí — Ya estoy arta de que me vean con lastima cada vez que lloraba por ustedes, primero te fuiste tú, luego se fue Embry, luego lo siguieron Jacob y Quil, ¿Que sigue?...¿Toda mi familia?...o por lo menos lo que queda de ella

— No tenía opción Astrid — me habló desesperado

— Si la tenías — golpe la mesa haciendo que todos se sobresalten — Tenías la opción de ser menos cruel cuando me alejaste, tenías la opción de confiar en mí