Había una vez, hace mucho tiempo...
Bueno, en realidad hace cuatro años. Un príncipe hechizado por las galletas de una hija de villano, Shan Yu.
—Esa soy yo.
—Estaba contando la historia, dulzura.
—Lo siento —sonrió apenada. —¿Pueden quitar eso del libro?
Todo había comenzado cuando el hijo de la Bella y la Bestia había dado su primera proclamación. Darle una oportunidad a los hijos de los villanos que habían sido encerrados hace años en la Isla de los perdidos.
Los descendientes de esos villanos eran: Evie, la hija de la Reina Malvada. Jay, el hijo de Jafar. Carlos, el hijo de Cruella de Vil. Rhiannon, la hija de Shan Yu y Mal, la hija de Maléfica.
—¡¿Maléfica?!
—Wilder...
—No es que no este de acuerdo con esto pero siento que sucederá algo malo.
—Ellos no tienen la culpa de quiénes son sus padres.
—Nunca dije que tienen la culpa, Beniboo. Solo pienso en que sus padres no desaprovecharían una oportunidad como esta a través de sus hijos.
—Solo mi novia me llama así.
—¿Donde esta tu novia? ¿No tiene que estar contigo para recibir a los descendientes?
—Ella estará ahí porque es su deber.
—Que bien que no es mío porque no creo que me gustaría estar ahí.
—¿Por que no?
—¿Y si la hija de Maléfica me quiere matar? —bromeó.
—En serio, Will.
—Solo quiero estar equivocado, Ben. Espero que en serio ellos se adapten a una mejor vida aquí en Auradon.
—No será fácil pero creo que ellos de adaptaran.
—Tengo que irme. Estoy demasiado ocupado con los ensayos para tu coronación.
—Eso me recuerda que no podre ensayar esta noche, estare con...
—No hace falta explicarme nada, Ben. Adiós.
—Adiós Will.
—No te pongas nervioso con ellos porque perciben el miedo.
El príncipe Ben sonrió ante la broma de su amigo para pasar sus manos por su impecable traje para meterlas en sus bolsillos. Suspiró antes de salir de la habitación para encontrarse con su novia.
—Hola Beniboo.
Ella con una enorme sonrisa lo beso en los labios.
—Hola Audrey.
—La Hada Madrina dijo que llegaran en unos minutos... —torció su sonrisa. —¿En serio estás seguro de esto?
—Si.
—Bien. Si tú lo dices.
El sabía que su novia no estaba de acuerdo pero era su decisión. Ella lo tomó de la mano para salir del castillo donde estaba la banda esperando a la limusina.
Cuando por fin había llegado dos chicos salieron de esta peleando por quedarse algo que no era suyo.
—¡Dámelo!
—¡Suéltalo!
—Chicos —los llamo la peli-morado. —Tenemos Público.
—Solo limpiábamos... —mintió el chico de cabello largo, Jay. De un solo tiró levanto al otro chico —Levántate.
ESTÁS LEYENDO
Principe hechizado [#3] Ben Beast
Teen FictionEl príncipe que había sido hechizado se enamoro de una hija de villano. Nada más y nada menos que la hija de Shan Yu. • No es necesario haberse leído el primero o el segundo. Este libro es el punto de vista de Ben contado de una forma distanta a com...