Parte unica.

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Nota: Hola! Solo quería decir que quise mantener el nombre de Itadori tal y como es, no queria inventarle un nombre de chica por que mi imaginación es pésima y personalmente no me gusta cambiarle el nombre a los personajes. Sin mas que decir, perdonen los errores ortográficos que puedan haber y espero que les guste
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Itadori había comenzado a notar que el tacto de Sukuna hacia ella habia mejorado y no sabia a que se debía exactamente. Notaba que ya no le respondía tan seco como antes al preguntarle alguna tontería. Cuando tomaba su cuerpo prestado ya no rajaba su blusa, lo cual agradecia, aun que Sukuna había aclarado que lo hacia por costumbre y olvidaba que ahora estaba en el cuerpo de una chica. También para su sorpresa en primera instancia Sukuna respetaba bastante su intimidad, como cuando debía bañarse o cambiarse de ropa, el no aparecia aun que lo llamara y tampoco sabia a que se debia, Yuji suponia que simplemente ella no seria su tipo y no le interesaba verla. Y por ultimo, ya no odiaba el contacto físico con ella, esto ultimo lo había descubierto hace poco, cuando este la llevo a su dominio y tuvieron una charla extrañamente calmada sobre algo que ya olvido, el desordeno su cabello de forma cariñosa y ella fastidiada se habia lanzado contra su cintura en un intento de derribarlo, el cual fallo terriblemente, ya que no logro mas que hacerlo perder el equilibrio ligeramente y quedaran en una especie de abrazo, del cual Sukuna no la aparto hasta que ella se movio. En el pasado la habria apartado sin dudarlo. Y solo tenia una palabra para describir aquello, extraño.

Por otra parte le alegraba que pudiesen convivir en paz, ya que no tenían de otra mas que estar juntos. A veces cuando estaban solos ella dejaba que Sukuna se manifestara en su rostro o en su mano, no queria admitirlo, pero se divertía hablando tonterías con el de vez en cuando. Como cuando preguntaba cosas al azar sobre el presente y le causaba gracia tener que explicar cosas que para ella eran obvias, tal como el funcionamiento de los aparatos tecnológicos. Aun que habian veces en las que el rey de las maldiciones se le escapa un poco de su control y lograba asomarse, esto generalmente sucedia cuando Gojo la abrazaba o Fushiguro acariciaba su cabeza cariñosamente. En estos casos Sukuna solia perder la paciencia y les reclamaba que mantuvieran su distacia, Satoru se limitaba a discutirle infantilmente y su amigo Megumi solo guardaba silencio, ignorando el reclamo. Cuando Ryomen hacia eso se sentia como si estuviese ¿celoso? Eso era estupido ¿verdad? No tenia motivos para eso, ni siquera se podria decir que ellos eran amigos y aun asi, la hacia sentir bien de alguna manera.

—Hey mocosa, te estoy hablando, dame una de esas papas—Reclamo Sukuna desde su cara sacandola de sus pensamientos.

Se encontraba en la habitación de Fushiguro sentados en el suelo frente a una mesita llena de comida rápida que habían pedido solo para ellos, solían tener pijamadas los dias viernes y luego veian alguna pelicula o solo se quedaban hablando tonterias hasta tarde los tres,  pero esta vez había algo diferente.Nobara no estaba con ellos. Porque según ella le dolia el estomago y se acostaria temprano lo cual era mentira. Kugisaki habia tenido la fantastica idea de fastidiar a Sukuna a  proposito y claramente aquello requeria dejar solos a sus amigos. Ella queria saber si la maldición sentía algo por Itadori solo por mero chisme y Fushiguro a regañadientes acepto ayudarla, después de todo, tambien sentia un poco de curiosidad al respecto, aun que dudaba obtener algo mas que los mismos reclamos de siempre.

Megumi intento su primer movimiento, se acerco hasta Yuji que estaba sentada no muy lejos de el sin que ella lo notara, dejando que sus piernas se rozaran bajo la mesa, la maldición no parecio reaccionar, estaba ocupado comiendo lo que la chica le daba, tendria que intentar otra cosa. Esta vez rozo su mano accidentalmente con la de ella mientras intentaba agarrar unas cuantas papas fritas, esta vez el ojo que la maldicion tenia abierto se dirigio hacia a el, mirandolo por unos largos segundos, pero no dijo nada. Solo quedaba algo por hacer.

—Itadori-chan, creo que tienes algo en la mejilla— Fushiguro se acerco aun mas a ella, quedando casi encima, llevo su pulgar al borde de los labios de la chica para quitarle aquello que no tenia, pensó que poner su mano en su mejilla seria buena idea, hasta que Sukuna le mordio un dedo.

— No la toques, ella es mía— espeto la maldicion enojado— no puedes tocarla.

— No es cierto — desafio Megumi mirando direcatamente al ojo de Sukuna en el rostro de su amiga — no eres su dueño.

— Suficiente de esta tontería, mocosa nos vamos— solto autoritario la maldición.

— Esta bien, calma—respondió avergonzada itadori intentando apaciguar un poco el pesado ambiente que se habia formado.

Itadori se levanto, cogio la hamburguesa que le pertenecia y un puñado de papas fritas, se disculpo con Megumi, quien perplejo veía como su amiga obedecía sin problema el capricho de la maldición y supone que ya obtuvo la respuesta que buscaba.

Apenas cerro la puerta de su habitacion Sukuna la llevo a su dominio, donde aquel hombre al que apenas le llegaba al pecho la abrazo fuerte, apretujandola contra el. Ella intento poner resistencia apoyando sus manos en el abdomen contrario, pero no logro apartarlo ni un milímetro.

—Eres una tonta— le dijo con voz calmada mientras acariciaba su cabello.

— ¿Y eso a que viene?— pregunto Itadori fastidiada y rendida de no poder deshacer el abrazo.

— No debes dejar que otros chicos se acerquen a ti, nadie mas que yo puede tocarte ¿Entendiste Yuji?— susurro Sukuna contra su oido, lo que la hizo sonrojar a mas no poder— Eres mía.

Itadori no sabia como reaccionar ante esto, su mente se habia quedado en blanco, no sabia que responder hasta que derrepente todo empezo a encajar en su cabeza y pudo sacar una clara conclusión.

— Acaso yo... ¿Te gusto?—pregunto tímidamente.

Sukuna la aparto de los hombros rapidamente como si quemara, la observo con ojos sorprendidos, como si al escuchar aquello el tambien lo hubiese descubierto apenas en ese instante. Itadori solo se sonrojo mas por la falta de respuesta, no sabia que decir, aun que pensar en ellos de esa forma no le incomodaba en lo absoluto.

—Llamale como quieras— dijo finalmente acomodandole un mechon de cabello tras la oreja.

— Eres muy extraño ¿Lo sabias?— le sonrio dulcemente Yuji, siendo ella esta vez quien se aferro a el en un abrazo.

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Gracias por leer ✨

Extraño cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora