uber → chanbaek.

Introducción.

— Salta pa allá jefe y la conchetuzorra. Me paseo tu documento culiao por la raja si quiero —chispea los dedos Byun Baekhyun frente al computador, echándose para atrás en su silla y suspirando profundamente.

— Chuu pobrecito mi Baekhyun, ¿Qué te tiene tan pa la corneta compañero? —pregunta risueño su compañero, Kim Jongin, entrando a su oficina. Exaltado está el mayor. 

— JONGIN TOCA ANTES DE ENTRAR POR LA CRESTA. Pucha, me tiene pal hoyo ésta wea del documento de los números y mil weas más que no quiero hacer por la chucha. ¿Pa que lo quieren a esta hora este culiao? Van a ser las doce de la noche. 

Exactamente, iban a ser las doce de la noche, y el jefe de los dos quiso que hicieran un documento a esa hora para solo hacerlos parecer esclavos de Egipto. Byun Baekhyun, un trabajador de 26 años y medio para el Ministerio de Hacienda, en la división de la DIPRES —Dirección de Presupuestos—, mientras bajaba en el ascensor, después de una larga jornada laboral, se pidió un Uber para irse a su casita allá lejos, por La Florida al límite con Peñalolén más o menos. Como a una hora y algo del centro de Santiago. A las doce de la noche, igual no había tanto taco, pero como la gente hace carretes donde se les da la gana, siempre va a existir esa posibilidad de morir adentro de una autopista dominada por las feroces máquinas que rugen con fuerza.

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Park Chanyeol, un chiquillo de 26 años recién cumplidos, estaba fumándose su cigarrillo del descanso parado en la placita allí frente de la Moneda, ahí mismo, al frente, estaba la sede del Ministerio de Hacienda. Estaba muy tranquilito ahí, no estaba molestando a nadie, los pacos lo miraban raro aunque le importaba un pico, dando caladas profundas al cigarro y sintiendo el alivio al fin. Pero de repente, le vibró la raja, y miró la pantalla de su celular. 

— Y acá tenimo plata con patas —dijo en voz alta, viendo como un pedido de Uber estaba en línea, así que lo aceptó apenas lo vio.

Yeol, tenía una economía algo baja, por lo que debía hacer algo antes de que se quedara en bancarrota. Así que en medio de un mental breakdown, pensó: "Si yo tengo auto, y con suerte me alcanza pa un par de weas, ¿Me hago Uber o no?" Y ADIVINEN DONDE ESTÁ EL PERLO: EN MEDIO DE LA PLAZA EN FRENTE DE LA MONEDA, CON EL CELULAR EN LA MANO, Y EN CAMINO A SU AUTO A ESPERAR A SU CLIENTE. Sipo, ahí está Chanyeol ahora. 

Cuando llegó a su vehículo, apoyó el pie sobre una de las llantas y sacó otro cigarro de la caja. Pero cuando iba a sacar el encendedor, vio al que suponía era el nuevo cliente: un hombre bajito, con carewawa, tierno, con un terno y un maletín y lentes mal acomodados, y puta que se veía lindo el conchetumare. Le quería puro agarrar las mejillas weon. De seguro le dolía la espalda de cargar el peso de ser el hombre más bello del mundo.

— Buenas noches, ¿Uste es Chanyeol? —preguntó algo bajo y con una voz temblorosa. AY QUE LINDA ERA SU VOZ. 

— Ah, sipo, sho soy el Shanyeol. ¿Acaso ute e'... Bekiun? —preguntó mirando la pantalla de su celular, después devolviendo la mirada al contrario. Este asintió—. A ya, bacán po. Uste suba primero. 

El cliente sonrió algo divertido y entró al los asientos de atrás. Y él cuando se subió, puso el celular en el imán, se abrochó el cinturón de seguridad y ajustó el retrovisor. Y cuando vio que Baekhyun tenía su cinturón abrochado, arrancó despacio hacia la autopista central, mirando con cuidado el Waze para no perderse. 

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Cuando llegaron a la casa de Byun, como a  las 01:48 a.m., el más bajo se dispuso a pagar el servicio con propina. PRO-PI-NA. Ganar propina en estos días solo cosa de afortunados, ¿Qué había echo Park Chanyeol, un joven de 26 años recién cumplidos, para ganar tremendo ofertón? Osea, le metió conversa, escucharon música para no quedarse dormidos en medio del viaje, y puta que canta bien el tipo de terno oye. Tremendos pulmones debe tener. Pero boeno, cuando le estiró su manito para darle la plata, Chanyeol así como que la miró. 

 — Ay, jama me habían dao propina. Voy a shorar —tomó la plata y la contó. 2.500 PESOS. La paga que agradecerá toa su vida de seguro.

— Ay ya, no seai dramático. Chao compadre, espero verte de nueo algún día —y se bajo el chinchulin para caminar de frente a su casita frente a un campamento. 

«NO TE VAYAS MIAMOOOOOR» pensó triste el conductor. OYE, TREMENDA IDEA. 

— Sha, desde ahora a este tipo, yo voy a ser el único que lo va a venir a buscar y dejar a la pega —dijo en voz alta, anotando la dirección de la casa del tipo en las notas de su celular. Perfecto, ahora nadie podrá irlo a buscarlo excepto él, WAJAJAJAJAJAJA.