🎻ᏁᏌᎬᎦᏆᏒᎾ ᏌᏞᏆᎥᎷᎾ ᎦᎾᏞᎾ

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...La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido...

La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido

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2 años después...

-Yoongi...el oficial está aquí, dice que tiene que hablarte de algo importante -SeokJin se adentró lentamente en el estudio y encendió el viejo candelabro de la habitación, observando el estado devastador de su menor.

Una botella de whiskys en la mesa casi vacía, la oficina destrozada y en el suelo una fotografía del albino cuando fueron al circo; Yoongi tirado en el sofá, con el cabello revuelto y descuidado, sus ropas arrugadas y desarregladas, sus ojos verdes perdidos en alguna parte de la habitación, solo vagando en los espacios más recónditos de sus pensamientos.

Anhelando con todo su ser que le devolvieran la esperanza, que lastimosamente, se había marchado ya hace un largo tiempo.

-...se trata de Jimin, Yoongi -prosiguió cuando vio el desinterés del castaño.

Como si el alma le hubiese regresado al cuerpo dirigió su mirada hasta el mayor, observando el brillo de esperanza reflejado en aquellos ojos verdes, con esfuerzo y ayuda de parte de SeokJin se levantó arreglando rápidamente su aspecto. Salieron del estudio para ir hasta el salón principal, donde lo esperaba el oficial Jung.

-Señor Min.

-Oficial Jung ¿Hay...noticias de él? -llego hasta su lado, esperando ansioso una respuesta.

-Sí señor, logramos localizar la ubicación exacta del joven Park, pero necesito que nos acompañe -el oficial se quitó la gorra poniéndola en su pecho.

Yoongi asintió de acuerdo volteando en dirección a SeokJin, este asintió con los ojos rojos y cristalizados mientras intentaba no derramar ni una sola lágrima, acción que Yoongi paso desapercibido. Con el corazón entre las manos camino junto al oficial y este le abrió la puerta de la patrulla, se adentraron y emprendieron rumbo hacia su destino.

En el camino Yoongi recordaba todo lo sucedido dos años atrás, después del accidente Jimin se veía decaído, el brillo que tenía lo había perdido, Yoongi intentaba alegrarlo llevándolo a lugares especiales, mostrándole recuerdos de su niñez, tocaba piezas en el parque mientras hacía payasadas, hacía de todo solo con el propósito de devolverle la alegría.

Desafortunadamente, nunca lo logro.

Nunca antes había conocido a alguien tan aferrado a su pasión, oh bueno solo una, Jungkook. No quería que Jimin terminara como su difunto hermano, debatido, inmerso en su dolor, muriendo en carne viva; intento enseñarle nuevas cosas, tocar el piano, el arpa, hasta incluso el violín, pero Jimin se negaba siempre con la misma frase "Prometí cumplirle su anhelado deseo, Yoongi. Y eso es lo que no estoy haciendo".

No se rindió a pesar de todos los rechazos, no iba a dejar que su pequeño se encerrara en su depresión, lo quería ayudar, pero Jimin se abstenía a la ayuda. Una mañana...todo cambio.

El Violinista🎻 ᎽᎾᎾᏁᎷᎥᏁ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora