Capítulo 2

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La librería era antigua , el dueño de la librería me ha visto crecer, alguna vez me ha regalado algún libro porque sabe perfectamente el tipo de libros que me gustan.

– ¿ Sabes que libro vas a comprar ? – me preguntó Ryan mientras entrábamos a la librería.

– Si, se llama Cumbres borrascosas. – dije mientras miraba en las estanterías.

– ¿ Amor trágico verdad ? – me preguntó irónicamente.

El amor trágico es uno de mis géneros favoritos.

– Si ¿ Y tú cual vas a coger ? – le pregunté mientras cogía el libro que ya había encontrado.

– Divergente, me lo ha recomendado un amigo mío. – dijo.

– Tiene que ser alucinante . – dije mientras le ayudaba a buscarlo. – Lo encontré – dije mientras Ryan venia hacia mi.

– Gracias, vamos a pagar – dijo mientras iba a la caja.

– Oh hola cielo, ¿que tal estás ? ¿ y tú madre ? –me preguntó el hombre de la caja.

Es amigo de mi madre, se conocen desde hace mucho tiempo, es un hombre de unos 70 años, bajito con gafas, es muy tierno, se llama Thomas.

– Hola Thomas, estamos genial las dos, ¿ y tú ? – le pregunté mientras nos cobraba los libros.

– Yo estoy bien, ya sabes, como siempre – dijo mientras se colocaba las gafas tiernamente.

– Me alegro mucho, bueno, nos vamos, ten un buen día. – dije mientras salíamos Ryan y yo de la librería.

– ¿ Te vienes conmigo a leer al campo? - le pregunté.

– Ojalá pero mi padre me espera en casa, tengo que hacer unos recados – dijo.

– Bueno yo me iré allí, si te quieres venir cuando termines avísame, hasta luego – le dije mientras me iba.

Me puse los cascos y mientras sonaba uno de mis grupos favoritos The Scorpions me fui al campo.

Era un campo que se veía alegre, se veía todo verde, se escuchaba a los pájaros cantar, a la gente pasar, yo mientras me fui a un árbol, dejé mis cosas al lado mia y saqué el libro, me senté y me apoyé en el árbol .

A los 20 minutos de estar leyendo escuché un golpe contra el árbol, una voz que sonaba irritada y a la vez escuché como un skate pasó por encima de mi libro rompiendo las páginas al instante.

Me di la vuelta al momento y vi a un chico enfadado, tenía el pelo largo y revuelto, rubio, ojos marrones, una vestimenta oscura y por lo visto un mal carácter.

– ¡¿Quien se pone a leer en el campo?! – me dijo mientras cogía su skate de mala gana.

– ¿Perdona ? ¡¿ No has visto que me has roto el libro ?! – le dije enseñándole como había quedado.

– Oh vamos, al final los dos acaban muertos, lo típico en el amor trágico. – bufó.

– ¿Enserio esto está pasando ? ¿ Me rompes el libro y aparte de no decirme ni un perdón me dices el final ? – dije sorprendida.

– No es mi culpa que te pongas en el medio – dijo.

– Lo que no es mi culpa es que tú no se pasas montar en skate, ¿ Tan torpe eres como para darte con el árbol? – exclamé. – Vas a tener que pagarme el libro. – dije mientras le miraba.

–  Eres tan ilusa si crees que voy a hacer eso. – comentó mientras soltaba el skate y se acercaba a mí.

Mientras se iba acercando yo iba dando pasos hacia atrás hasta que me di con el tronco del árbol, noté que estaba acorralándome y lo hizo, me acorraló.
Posó su mano en el tronco pasándola por encima de mi hombro, me miraba a los ojos mientras levantaba la otra mano y tocarme la cabeza.
Me quedé paralizada sin saber que hacer, solo me miraba a los ojos.

– ¿Que estás haciendo ? – dije mirándole a los ojos nerviosa.

– Te has alarmado tanto con el libro que no te has dado cuenta de que con el golpe del árbol se han caído las hojas y han ido a parar en tu pelo. – dijo con una sonrisa burlona.

– Me lo sé quitar sola. – dije mientras le quitaba la mirada y el brazo de mi cabeza.

–  No te pongas nerviosa ilusa solo te he quitado las hojas del pelo, no te he hecho nada más .  – dijo con esa sonrisa burlona.

– En vez de quitarme las hojas, dame el dinero del libro – le dije.

– Sigue soñando. – dijo mientras cogía y se montaba en el skate.

– Esto no se va a quedar así – dije mientras iba detrás de él, pero era demasiado tarde cuando vi que se estaba yendo montado en su skate.

Me di la vuelta y vi el libro completamente roto pero en ese momento solo se me pasaba por la cabeza ¿ Porque me ha parecido atractivo? ¿ Porque me he puesto nerviosa ? ¿ Porque me había paralizado al tener ese contacto visual ?

Levanté el libro y vi una pulsera negra, una pulsera con un pequeño oso de peluche colgando de ella, esa pulsera no estaba cuando yo llegué.

Me pareció raro ya que no la había visto antes pero igualmente la cogí.

Decidí ponérmela, recogí todas mis cosas y me dirigí a casa de Marcus.

Cuando llegué estaban Mayder y Marcus en el sofá riéndose , estaban viendo una película. Dejé mis cosas en la barra y miré alrededor sorprendida.

– ¿ Todavía no habéis hecho nada ? – dije sorprendida.

– Si hemos hecho, está comprado, pero no está puesto. – dijo Mayder señalando las bolsas con el dedo.

Me dirigí a la barra y cogí las bolsas.

– Pero si solo hay alcohol. – dije mirándoles.

– Es lo más importante y lo único que nos hace falta. – dijo Marcus sonriendo.

– Vamos levantar el culo y a la tienda. – dije mientras me dirigía al sofá a levantaros.

– No, espérate a que termine la película, quiero saber quien fue el asesino. – dijo Mayder mientras se arrinconaba en el sofá.

– Agh, fue el padre, el padre le mató, ¿ ahora ya nos podemos ir ? – dije mientras la tiraba del brazo.

– NOOO, eres un monstruo. – dijeron Marcus y Mayder a la vez.

– Vaya que sincronizados estáis últimamente no? – les dije mirándoles con una ceja enarcada.

Ellos dos se callaron inmediatamente.

– Vámonos a la tienda. – dijo Mayder nerviosamente mientras se levantaba y se ponía la chaqueta.

Black Storm Donde viven las historias. Descúbrelo ahora