The Babysitter (Noah Schnapp)

•Capítulo 4•

- no puedo contarte -respondí a su pregunta-

- muy bien nos quedaremos aquí hasta que me digas -vibró mi celular-

- pues nos quedamos aquí

Mensajes

Lia 🍀

¿Te fuiste con Noah?, ¿Por qué?
Nos iríamos juntas ¿Recuerdas?

¿Ya vas a casa?

Si, se puso incómodo todo

se detuvo a la mitad del camino, cruza por mi

No vuelvas a hacer eso, espérame

Ajá

Mensajes

- Vamos Alice -me quitó el celular- no le contaré a nadie, lo juro -me recosté sobre el- ¿Pero qué? -metí la mano por su bolsillo tracero y saqué la bolsita-

- ¿Traes encendedor? -me acomodé en el asiento-

- si -de su bolsillo de frente del lado derecho sacó el encendedor- primero me cuentas

- así no te diré nada -me lo dió-

- ¿Ya lo has hecho? -bajé el vidrio y encendí el porro-

- ¿Qué, tener sexo en un auto? -solté el aire-

- ni al caso -me hizo una cara de disgusto- me refiero a fumar

- si se a lo que te referías, era una broma -tomé otra calada- claro que sí -solté el aire y le di a él el porro-

- a eso me refería de saber ocultar cosas -dió una calada, retuvo el aire y unos segundos después lo soltó-

Estuvimos así un largo rato, hablamos y hablamos pero de cosas muy raras

- sabes deberíamos besarnos -dijo y se rió-

- no -nos agarramos las manos-

- un beso marihuano

- ¿Sientes? -las hicimos para adelante y para atrás-

- mira un avión -miró hacía arriba-

- mira -agaché la cabeza tratando de ocultarme- tú -volví a mirarlo-

- yo -a este punto quiero decir que se nos habían acabado los cigarros y solo nos quedaba un par de cervezas-

- si, deberíamos dejar de tomar esto -me recosté en su pecho- hueles a mujer

- a ti, estuviste sobre mi unas cuantas veces

- aah si -jugó tan delicadamente con mi cabello hasta que lo jaló con fuerza- Auch -me quejé- que estúpido eres

- que estúpido soy -me recosté en la puerta de mi lado-

- si me dolió -ahora el se recostó sobre mí-

- hueles a marihuana, cigarro y cerveza -puso su cara entre mis senos-

- ni siquiera lo pienses -lo quité-

- un segundo

- no -me crucé de brazos- después será muy incómodo verte cuando te dignes a quedarte en tu casa

- en ese caso nunca estaré ahí

- jodete -se recostó en la puerta de su lado-

- te pago

- ya me debes cuarenta y no -el efecto de los cigarros se estaban llendo y casi no sentía que volaba- bueno ya, un segundo -se volvió a poner sobre mis senos- sin tocar -las tocó cuando dije eso- ¿Qué tienen con hacer eso? -se alejó de mi cuerpo y me miró-