la prostituta

Capítulo 7

Querido diario, hoy amanecí más pendeja que ayer xd ok no, bueno, deje en el olvido esta historia por mucho tiempo, ayer vi una peli de secuestro y explotación infantil, me agrado mucho el tema y pensé en este libro, hasta ahora he llevado una historia tranquila dejando de lado la crueldad que se vive en el mundo real y en este caso la prostitución, bien pues ahora mi libro será un poco más fuerte, con lenguaje rudo y escenas un tanto incómodas, espero que el contenido de este libro les agregade, sin más, dejo el cap 7.

Atte: perdón por la demora, pero es mejor tarde que nunca JAJSJAJSJ qsq
~~~~~~~~~~~~~®®~~~~~~~~~~~~

Pov levi

Ahora me encontraba frente a ella, me llamó la atención sus rasgos delicados y finos, sus ojos herán algo así como orientales y poseía una hermosa cabellera negra, su piel herá pálida, podría desirse que igual a la mía.
Pero bien, no ablare del buen aspecto que poseía esa niña, aparentaba tener entre 15 a 16 años, la fama de este lugar herá muy conocida por la alta sociedad, puesto a que aquí acudían las personas mayormente de mayor edad; relacionados con la política del país, todos con el sólo objetivo de sadisfaser sus más grandes fantasias, de sólo estar en este ambiente me daban náuseas, tenía entendido que este era un lugar legal, de cualquier modo, este lugar simplemente apesta.

— joven akerman — un hombre vestido de gála exclamó tras de mi, a lo cual gire a 90° grados —el señor erwin lo espera en su despacho, pase por aquí, por favor —asentí levemente, devuelta dirigí mi mirada a la niña de piel pálida, al encontrar mis ojos con los de ella, esta agacho la cabeza.

— con su permiso, espero volver a verla señorita... —me detuve, por un segundo olvide su nombre, al estar a punto de ablar ella me interrumpio.

—Mikasa — solo menciono aquello de forma seca y fría.

—Mikasa, con su permiso. — me gire y seguí al hombre de traje de pingüino.

....

Una puerta ancha y negra se abrió frente a mi, hasta aquí el hombre me había guiado, ahora seguiría por mi cuenta.

La habitación se encontraba totalmente oscura, di un paso dentro al inmueble y al instante las luces se hicieron presentes, frente a mi se encontraba un escritorio, con una botella de whisky y dos vasos delgados y muy bien limpiados, tras del escritorio una silla ancha me daba la espalda, tras unos pasos esta giro repentinamente dejando ver sentado a un hombre de traje blanco, rubio y de ojos azules, quien fumaba tranquilamente un cigarrillo.

—sr. ackerman, creí que no vendría. —mencionó con irónia.

— no me perdería una cita con el mayor socio de mi difunto tío. — respondí tranquilo, usando un tono de voz frío mientras aún me mantenia de pie.

—pero por favor, siéntese. —me invitó a unirme a el, no abria notado la gran diferencia de estatura entre el y yo si no se hubiese puesto de pie.

Accedí y tome asiento, el repitió mi acción y posteriormente condujo su mano hasta la bebida alcohólica, sirvió por igual en ambos vasos y me paso uno de ellos, el cual rechaze poco después de que me lo diese.

—ummm? ¿No toma un poco? — preguntó, negué con la cabeza y el dejó el vaso a un lado.

—dígame, cuál es el motivo de esta reunión. —quería evitar los rodeos, este lugar era repugnante, y la sola presencia de ese hombre no mejoraba en nada el ambiente.