LA HIJA DEL FÉNIX Y LA LUNA

Capítulo 1

Actualidad...

La princesa Daira, la hija del brujo del clan Phoenix vleugels, hija de la Alpha de la manada Black light moon.

Que aburrido esto.

-Ey Dara

Volteo a la dirección de donde proviene la voz y me encuentro con la cara de aburrimiento de mi mejor amigo Damián.

-Oye y si nos vamos de la clase, no creo que nos digan algo.

-Me parece buena idea, pero si se entera papá me va matar y me dará su largo discurso de que tengo que poner el ejemplo y ñañaña...

-Anda ven no se dará cuenta, lo prometo, cualquier cosa me sentía mal.- sonreí de oreja a oreja, tomé mis cuadernos, y mi mochila, y sin hacer ruido salí de ahí.

Damián y yo tenemos una amistad desde que estábamos en la panza de nuestras mamás, el siempre me ha dicho que somos amigos del alma, yo lo quiero como su fuera mi hermano.

-Dayra, pequeña sabes que no puedes estar saltando clases, es importante que las tomes, aunque no te gusten.- dijo mi hermano mayor Tommy

-Pero no le dirás a papá verdad?- puse carita de perro, hasta que reaccioné, ¿por qué el está fuera de clases a medio pasillo, cuando se supone que debe estar en clases de biología.

-Tú también deberías de estar en clase.

-S-si-sssí p-pero a... este... l-le le estoy enseñando la escuela al alpha Matthew, es nuevo y va estudiar aquí, así que me ofrecí a enseñar le la escuela.

Fruncí el seño, no le creía y parece que se dio cuenta, porque volteó atrás e hizo una seña con la mano para que su grupo de amigos se acercará, ellos se acercaron a nosotros y con una sonrisa me abrazó mi querido hermano Amir, que no veía desde el verano pasado que se fue de campamento, para entrenar mejor y no sé que tanta cosa más.

-Pequeña!!! Te extrañé tanto loca! Prometo no volver a alejarme de ti pequeña.- dijo abrazándo me y haciéndome reír un poco.

-Lo sé, bebé, no puedes vivir sin mí

Todos nos reímos a excepción de un chico, pelirrojo, alto, ojigris, cuerpo bien trabajado, una mirada intensa, tenía un poco de pecas y su sueño fruncido lo hacía ver tierno.

-¿Dara vienes?

-No podemos, vamos a ir un rato a la biblioteca, tengo que buscar un libro y Damián me va acompañar.

-Está bien, cuídala, si le pasa algo a nuestra hermanita ni la Diosa Luna te va pode ayudar- dijeron  mis hermanos,  Damián ya los conoce así que por esa parte ni se preocupó.

-Ey par de bestias, déjenlo en paz, no es para tanto sólo es una biblioteca además...

-Dara si no los conociéramos nos creríamos el cuento de que sólo es una biblioteca, más de una vez nos la han hecho.

-Esta vez si va enserio, nos urge ese libro- dijo Damián aguantando la risa, por el comportamiento de mis hermanos.

El pelirrojo no dejaba de mirarme, pero lo ignore preferí no hacer caso a sus miradas tan intensas que me daba.

Damián y yo nos fuimos a la biblioteca cuando pasamos junto al chico, le chocó el hombro a Damián de una manera brusca, él quería pelear, pero lo detuve y nos fuimos a la biblioteca.

♡◇♡

Ya llevamos más de una hora aquí y no podemos encontrar ese maldito libro, y si no lo encontramos no podremos hacer nuestro campamento del fin de semana.

El libro nos sirve para crear un cerco de protección alrededor de la cabaña, a pesar de que puedo lanzar un hechizo temporal no será suficiente, nosotros queremos que sea permanente y esto tiene varios beneficios para nosotros, lo cual es lo que buscamos.

Si ocupamos un hechizo temporal, podemos ser blanco fácil para cualquiera que pase por ahí, lo único que hará es que no puedan hacernos daño, tampoco gastaremos mucha energía, pero es muy probable que no funcione, porque aún no tenemos la edad suficiente para hacer hechizos.

Mi hermano dijo que aunque gastemos mucha energía con el hechizo permanente, vamos a estar seguros y la cabaña sólo podrá ser visible para personas de nuestro linaje o que nosotros decidamos, también que los únicos que podrán entrar seremos nosotros y personas que tengan nuestro permiso.

- ¡Lo encontré!- Gritó Damián desde el otro lado del estante.

Se escucharon ciertos murmullos diciendo que no gritemos.

- ¿Dónde? ¿Lo tienes?

- Haya arriba iré por una esca...- no lo dejé terminar cuando ya estaba trepando el estante para agarrar el libro, Damián hacía señas extrañas para que bajara pero lo mejor era ignorar lo.

Me estire un poco para alcanzar el libro cuando lo tomé se lo mostré, el me hizo señas de que estaba bien, pero por desgracia perdí el equilibrio y me empecé a tambalear hasta que me solté del agarre.

Estaba a punto de tener una terrible caída, si no hubiera sido gracias a Damián que me agarró en el último momento.

- ¿Estás bien? ¿Te lastimas te?

-Estoy bien, tranquilo, por cierto, gracias.

- Vámonos antes de que empiece la siguiente clase.