El alquimista 2d del que me enamoré: Con mi hermana de 10 años

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Dalas había terminado de publicar sus rabietas ante aquel meme rancio que vio en su inicio de Twitter, el rubio no podía creer que alguien había osado en compararlo contra un monito 2D de aquella maldita copia de "Breath of the Wild", osea Genshin Impact, y peor aún, estar perdiendo en popularidad ante él. Unos cuantos comentarios despectivos hacia los jugadores de los crueles gachas (Con cosas que obviamente estos ya sabían desde antes de jugarlos) y el desahogo de sus emociones negativas fueron suficiente para darle una pequeña victoria moral, aún si solo fue para sí mismo.

Con una reluciente sonrisa en su rostro, terminó por apagar el ordenador y dirigirse al baño a limpiarse las lágrimas que el ardor le había provocado; sin embargo, antes de siquiera poder abrir la puerta del mismo escuchó unos fuertes toquidos, pero toquidazos, provenientes de la puerta principal de su hogar.

El joven decidió ir a ver de quien se trataba, pues tal vez era el repartidor de KFC con su orden y realmente le hacía falta comer algo a esta hora del día. Sin embargo, al abrir la puerta se encontró con la persona que menos se esperaba ver, en general en la vida: Era Albedo.

Dalas estaba pasmado, no era posible que Albedo estuviera aquí, para empezar era un píxel, y segundo... lo odiaba con toda su alma, inclusive más que al Doom. El joven estaba pasmado y no podía articular ninguna palabra elocuente, no fue si no hasta que el alquimista abrió la boca que el ambiente  incómodo y silencioso fue cortado.

-Quería verte, Dalas- La serena y firme voz del contrario estremeció a Dalas como nunca. 

-Q-que demonios haces aquí, t- tu eres un monito 2d, no existes- Musitó algo alterado el youtuber, sin saber qué seguir diciendo. La fría expresión de Albedo solo lo volvía más y más nervioso.

-Pff... que cara tan linda estás poniendo ahora... primero llorando por mí y ahora temblando por mi presencia, eres realmente lindo- El Joven posó su mano en la mejilla del español lo que provocó que el mismo se sonrojara con intensidad. -Realmente quiero hacerte pedazos... tal vez deba dibujarte justo como te encuentras en este momento-

Dalas tragó su saliva y permaneció quieto, no sabía lo que el otro era capaz de hacer y mucho menos el motivo por el que este se encontraba en este mismo instante frente a él.
-Solo déjame en paz, no quiero saber nada de ti ni de esa copia barata- Albedo sonrió ante el comentario y levantó el mentón del rubio, su pulgar se deslizó peligrosamente cerca de sus labios. 

-Tratarme así, cuando solo he venido para un pequeño experimento... eres bastante cruel, Dalas- La voz del otro era fría, pero al mismo tiempo seductora, Dalas comenzaba a sentir cosquilleos en su abdomen  y realmente odiaba sentir eso. Poco a poco, el alquimista acercó su cara a la del youtuber, aumentando cada vez los latidos caóticos de Dalas hasta que finalmente ambos pares de labios se encontraron. Los instintos del rubio dictaban que lo alejara, pero este no hizo caso, se sentía muy embriagado ante la presencia del otro. Fue un beso casto que escaló en uno apasionado y lleno de lujuria.

Albedo no perdió tiempo y movió sus manos enguantadas debajo de la playera de Dalas, sacando un pequeño gemido. -¿P-pero que demonios estás haciendo?- Albedo solo rio.

-Lo que te dije, va a comenzar mi experimento, mi amor-

El píxel del deseo 👾Where stories live. Discover now