~ DarkDuet~ [Bucky Barnes]

Cap 2. Hambre

Hambre
ADVERTENCIAS
CAPITULO QUE PRESENTA VIOLENCIA EN VARIOS SENTIDOS.
CONSENTIMIENTO DUDOSO
PETPLAY
HUMILLACION
SE RECOMIENDA DISCRECIÓN

Desperté, no sé en qué momento me dormí, había  estando llorando, pensando en si este desgraciado iba a a matarme, eso sería antes o después de tenerme como un animal.  Intenté zafarme de la cadena, pero está fijada a el muro. Me quedo observando, el cuarto es pequeño, huele a humedad, es como un tipo cuarto de almacén hay cajas y toneladas de polvo a  pies.

No sé bien cuántos días llevo aquí, tengo hambre, huelo carne caliente pero no me alimentan, me duele la cabeza y me siento mareada. Demonios, ¿Cuánto tiempo tendría que estar así?
La puerta se abre, y el aparece, trae una playera negra,  sobre sus manos trae un platito, pequeño, trae unos jeans de color gris deslabados,  y me fijo que en su brazo tiene un enorme tatuaje, que simula ser metal, con una estrella roja en el hombro.
—Espero y mi mascota tenga hambre. —dijo cerrando la puerta su voz resonaba, no negaba que era guapo atractivo de seguro pasaba por una persona de lo más normal. Se acercó y pude ver bien el platito, ¡ERA UN PLATO PARA PERROS!  Traía arroz y él sostenía una botella de agua en la mano,  se puso de cunclillas y dijo— no puedo tenerte con hambre pero si no obedeces te tendré que corregir, ¿ok? — guarde silencio. Me tomo del cabello y me jalo— aquí es cuando respondes "si amo" a ver gánate tu comida ... —me quedé callada, un instante luego pensé que debía obedecer, no quería que me abrirera el labio otra vez—
—Si amo
—Buena mascota — puso el plato enfrente de mi, y mi estómago rugió, tome un puño con mi mano, y de inmediato me dió un manotazo— ah..ah... Las mascotas no comen con las manos. —me tomo del cabello de nuevo y me acerco al plato—

Por un momento me sentí sumamente asustada, creí que me estrellaría contra el plato. Mis ojos se llenaron  de lágrimas, tome aire y apreté los labios.  Sentía más hambre y desesperación que otra sensación.—

Me incline en el plato, y comencé a comer. Apoyé mis manos contra el suelo por si él me empujaba más, no lo hizo. Se quedó sentado en el borde de la cama observándome.  Termine de comer en poco tiempo el plato estaba limpio, alcé la mirada y el con una servilleta limpio mi cara tenía granitos de arroz.
—Eso es ... — mi mirada de cruzo con la de él un momento, y quito algunos mechones de mi cara—¿Rico? — lo mire y contesté—
—Si... Amo—
— ¿Que debes de decir ahora mascota? — tomo mi cara y acomodo un mechón de mi cabello— vaya que tienes un encanto natural. Ahora se buena y agradece— me aventó hacia el plato —
- Gracias amo— dije metiendo mis manos, intentaba detener si me quería hacer daño de nuevo—
—Bien vas aprendiendo, si te portas bien, obedeces, podrás dejar de ser mi mascota para ser mi niña especial. — dijo sirviendo agua en el platito— aparte de comer debes beber agua, toma— abrió la botella de agua, y la arrojo, el líquido cayó en el platito, y en parte de mi cara, se mezclo con el par de lágrimas que había soltado, volví a inclinar la cabeza y comencé a sorber el agua. Esto era incómodo ni un puto popote. Pensé.

Tome el agua y alcé otra vez la mirada, me seco la cara y me quedé en el suelo.  Recogió el plato y lo dejo en la tipo cómoda y volvió a acercarse a mi.
Quitó la cadena, y me quedé viendolo sobre el tapete, se sentó al borde de la cama, y dió unas palmadas en su regazo.
— Ven mascota— me quedé pensando que hacer, por inercia si me trataba como animal... Pense. Caminé  gateando hasta estar frente a él. Me quedé esperando— buena mascota vas aprendiendo— se dió dos palmadas más—aquí — me acerque hasta que quede a lado de su muslo. Recargo mi cabeza a su muslo y comenzo a acariciar mi cabello, lento, su mano era cálida y suave al tacto.  Se sentía bien .... ¿Porque? Se sentía cálido, paso su mano por mi cabello hasta recorrer un poco de mi espalda- eso es buena mascota —cerré mis ojos— tienes que aprender que, tendrás hambre cuando diga,  comerás cuando yo diga que sientas hambre; básicamente, harás lo que diga, y serás buena mascota. Si haces todo lo que te diga, primero quizá conserves tu vida. —alzó mi cara— y dos  quizás aprendas un poco más sobre ti misma masocota.— me acaricio un poco más, su tacto era suave, me hacía sentir calmada, me sentía como cuando tienes un cachorro y debes cuidarlo y educarlo. Dejé que me acariciara buen rato hasta que el mismo me aparto—  Bueno es hora de ir a tu lugar — se puso de pie y camino al muro— ven aquí — obedecí como hipnotizada— bien — me sujeto de nuevo al muro. — buena mascota, la próxima vez quizá te saque a pasear por la sala—dijo saliendo del cuarto.—

Me quedé ahí, sin más, viendolo irse... Sentía enojo, confusión y no podía dejar se tocar mi cabello sentía su rastro ahí y he de admitir que me gustaba.