RAY AND JACKE

No sabía si era por la reciente lluvia o si eran lagrima, lo que provocaran que sus ojos estuvieran de ese rojo e intensa hinchazón hasta que escuche su voz quebrada

– Prométeme que no te iras, prométeme que no me dejaras como él lo hizo –

solo pude mirarla a los ojos los cuales me suplicaban que no la dejase, y volver a acariciar su rostro con la misma calidez que sentía en mi corazón, acercando me una vez más y besando sus labios con todo el amor que sentía.

Ella estaba rota y yo solo quería amarla...

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