Bucky Barnes||One Shots

#75

Título: Tantas realidades.. para enamorarnos.

Parte:2/2
⚠️ Este shot no va con las reglas de como ir a la realidad deseada, el tiempo que dura y ni como actúa tu cuerpo en la realidad original, porfavor estudiar el tema antes de lograrlo, buena suerte⚠️
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El trato era que mi padre pagaría la luna miel en el extranjero y mi futuro suegro se encargaría de los gastos de boda, estaba muy consciente de este arreglo y es por eso que no consideré que al despertar en la habitación del hotel en medio de la noche y a horas de mi casamiento, tomaría mis cosas, cambiaría los boletos de avión y me iría a la isla de Grecia.

Ahora en el hostal comienzo a pensar que tome este destino ya que lo último que vi antes de dormir fue la película Mamma Mía, y llevaba tiempo alucinando con los paisajes del lugar. Mateo dijo que era un desgaste de dinero el elegirlo como lugar post ceremonia nupcial, lo comparó con ir a Disney World y otra cosas sin sentido que ya no recuerdo.

Debería dejar de pensar en él, a estas alturas ya debe estar buscándome, o dejó a mi familia hacerlo luego de maldecirlos en la iglesia, ¿Habrán notado mi ausencia antes o a inicios de la ceremonia? Cuando supe que el cambio de boletos sería notificado a mi padre, llegué a Atenas usando su tarjeta para pagar la habitación del hotel, luego caminé algunas calles con mi desgastado bolso hasta un cajero, retiré algo más de 5 mil dólares en afectivo para bloquear la tarjeta y tirarla en un basurero, me moví en ferrie hasta la isla de Santorini encontrando un hostal en lo alto de la ciudad.

Papá debe estar enfadado, pensé, mientras encendía un cigarro en el balcón de la habitación, la silla mecedora hacía su trabajo en esa tarde inusual. Al principio me convencí que fumar había comenzado como algo casual de vez en cuando, nunca lo vi como un método de evasión, hasta que llegué a la otra realidad y noté que me sentía lo suficientemente confiada para no fumar.

Otra realidad... Bucky.

Exhalé el humo de mis pulmones, el tabaco tenía sabor a melón, era un pequeño gusto entre las cajetillas mortíferas, no hay nada más irónico que un fumador consiente de su daño mortal. Simplemente alguien detestable.

Wanda me hubiera lanzado las cajetillas por el balcón y dado una charla con peluches para explicarme el daño que me generaba y que soy una persona demasiado importante para destruir mi vida de esa forma. Y yo la hubiera escuchado atentamente.

La razón principal de mi viaje fue el miedo por afrontar la realidad, mi futuro sin decisión ni color, debía dejar la escuela de arte para apoyar a mi futuro esposo, Mateo Rossi, que es por legado futuro líder de la gran gama de empresas Follia totale, que trabajan con autos y casinos, sin querer caían en el estereotipo italiano. Gracioso a cierto punto pero no lo admitiría nunca en voz alta. Cerré los ojos cansada, aún que trate de enlazarme con Mateo no lo logré, era demasiado plano y extremadamente pretencioso creyendo saber todo, hasta de tener la capacidad de explicarme por qué el arte que yo hacía era simplemente basura imaginativa inservible que...

No.

Miré el cielo, era extraño verlo despejado y sin contaminación, la primera vez que lo presencié fue en el complejo, cuando baje al patio a tener un pequeño picnic, recuerdo llevar agua caliente y té de yerbas con frutas. Era algo que hacía con mis amigos de universidad, nos ayudaba a conectar con el mundo y sus inicios. Era eso o fumarse un cigarro mágico.

- Cuando miré por la ventana no pensé encontrarme con alguien en medio del césped.- Bucky se acercaba con las manos en los bolsillos del jeans, llevaba una chaqueta felpuda café que fácilmente pude ver que venía de mi closet.- No estabas en tu habitación así que vine a acompañarme.