¡Hola!
Esta mini novela, pronto llegara a su final, realmente llorare porque me ha encantado escribirla, siento que dejo una parte de mi, en cada capitulo que escribo, me siento tan identificada a veces, que lloro cuando voy caminando y la gente se me queda viendo raro, o cuando me dirijo al parque, y empiezo a escribir, se me quedan viendo.
Bueno espero que les guste un poco de lo que he escrito, y los invito a seguir apoyando a autores, dando sus votos, y comentar (opinando o dando un dato constructivo para su historia), eso anima mucho a los escritores :D
Mil gracias...
Veía a la gente pasar, con sus teléfonos celulares, las tabletas o esas cosas que se hacen llamar en la actualidad.
Observaba las expresiones de las personas, sus caras, buscándola a ella.
Creí que la encontraría, ¿cómo llegue aquí? Se preguntan, soy hijo de una prostituta o es lo que me dijo mi fallecida madre, ella me encontró en una bolsa negra, trato lo mejor posible de alimentarme, junto con sus amigos, la demás lacra de la sociedad, a mis siete años simplemente la vi como falleció, en un crudo invierno, ella tratando de darme calor, solo note que ya no respiraba, desperté a los demás y solo me vieron con lástima.
Decidí irme de esa área, camine lo más lejos que pude, quería gritar, me di cuenta que estaba solo en el mundo, recuerdo que le aventaban comida a mi madre para que me alimentara y los demás trataban de quitársela pues ya eran grandes y a nadie les tocaba el corazón... Entonces empecé a gritar como nunca, pedí una explicación de porqué me la arrebataron, por qué tampoco había una señal de mí amada... Es otro día más, una semana más, un mes más y un año más, un año más en la que no he parado mi camino en busca de una respuesta que aún sigo sin hallar. Me aventaban comida, a veces dinero pero eso ultimo no me servía de nada pues no sabía ni contar, tampoco me aceptaban en los establecimientos siempre gritaban: "¡fuera de aquí andrajoso!" Me corrían a escobazos, ahora cuando no consigo comida busco en la basura ya sea comida podrida o desperdiciada del mismo día, si es que tenía suerte, orinaba y cagaba en público, no tengo ni un lugar a donde ir para hacer mis necesidades fisiológicas, por lo regular aguantaba hasta la noche pero es imposible ... pues cada que lo hacía por no aguantar tenía problemas con la policía... -siempre escapaba- Mis ropas todas rasgadas, y viejas, mi cabello negro largo y asqueroso, mis pies mugrosos, las uñas largas, hay veces que los niños me volteaban a ver para aventarme cosas o escupirme siempre pensaba que no los educaban en sus casas, aunque por otra parte incluso yo tenía asco de mi a veces. no era lo que se pudiese considerar una persona decente.
Un día fui a buscar comida pero choque con un joven
-¡viejo estúpido!- me grito.
-lo siento- susurre.
Y seguí mi andar, estaba buscando comida y algo para llevarme, veo a una pequeña acercarse, estaba preparado para sentir un golpe o insulto, pero ella a diferencia de las demás personas no me golpeo, no me insulto, no hizo nada más que acortar la distancia entre nosotros, como si le importara el cómo me sentía, por fin logre ver después de mucho tiempo una mirada totalmente distinta a las demás, ella soltó más que una risueña mueca, y su manita ofreciéndome fruta fresca, la tome, y roce sus pequeños dedos con los míos.
Ella se fue danzando, alegrándose de la diminuta acción que hizo hacia a mí, pero no sabía que para mí era el mayor acto de bondad que se me ha sido demostrado.
En ese entonces podría calcular que yo tenía doce o catorce años pero debido a mi alimentación me veía como un viejo y mi espalda jorobada.
Se me hizo una costumbre volver ahí, si de pura casualidad me encontraba con la pequeña y darle las gracias.
Me sentí tan incómodo en ese momento, me sentía feliz, o al menos eso creí en ese instante, pero a la vez me daba pena que me viera así, me sentía siendo todo un asco frente a una chica tan bondadosa.
Pasaron años, aproximadamente una década, algo amarga, deseando encontrarla, luego de ello conocí a una señora, la cual me enseñó a leer y contar, lo básico, lamentablemente falleció, su marido la asesino.
Actualmente me siento en el suelo, en una de las calles que pasa más gente.
Alzando mi mano para a ver si me dan algo, he ahorrado todos estos años para estar algo decente cuando ella aparezca.
Siempre que trato de comprar algo de ropa y zapatos los precios suben más y .más
Me gustaría tanto poder estar lo suficientemente decente para cuando llegue. Quisiera pensar que la volveré a ver, pero ha pasado tanto tiempo y a veces pierdo la esperanza
Un día siento como cae unas diez monedas en mi mano, observo a una señorita, con un vestido largo, sus ojos verdes y de ensueño.
Su pelo negro y reluciente... abro mis ojos de sorpresa, llego el día mas esperado.
Es la pequeña, que pena he de dar.
Es la persona que he esperado desde mi nacimiento
Yo tan... tan yo... y ella tan decente y linda, los años no la cambiaron, sigue siendo aquella bella persona bondadosa.
Aquella niña inocente, la señorita empieza a pasar a diario.
Me pregunto si recuerda algo, lo dudo, ella solo muestra una bella sonrisa formada en sus labios rosas.
Me da comida, dinero...
Saca siempre algo de lo que tenga, desprende lo que tiene a su alcance para dármelo.
A veces me pregunto por qué pasara tanto, tan seguido que siento que empiezo a quererla.
Sé que es un pecado quererla o desearla, pero imposible no amarla... Amarla nuevamente en esta vida en silencio... El día de hoy empezó a nevar, desapareció aquella chica por una semana, así que no he obtenido un bocado de "calidad", encontré carne cruda, así que empecé a trozar y pasar, tenía hambre, como un desesperado, ingerí toda la carne, empecé a tener temblores en la noche abajo de mi montaña de cartones, los cuales son mis “cobijas”, hoy realmente ha empezado la peor temporada, el invierno, lo cual muchos de mis compañeros, fallecerán, tal vez yo hasta con ellos, lo he visto repetirse en muchas ocasiones, a veces la gente nos echa agua fría, para que se nos quite la suciedad, pero gracias a ellos han fallecido muchas personas, si, seguimos siendo personas a pesar de nuestra apariencia…
Trato de levantarme para taparme mejor con las hojas de papel y periódico que he ido recogiendo, cual es mi sorpresa, no siento mis manos ni mis pies, comienzo a temblar, me he expuesto a demasiada nieve en estos días, por tener la ilusión de que ella pasaría, mi instinto me lo dice, sé que no pasare de esta noche, tengo escalofríos por todo mi cuerpo, trato de seguir moviendo mis extremidades, los cuales noto que sé que las puntas de mis dedos son azules, me indica que pronto acabara mi sufrimiento, siento todo mi cuerpo helado, observo mis manos y pies que se comienzan a tornarse un azul más notorio, comienzo a tener mis parpados más pesados, creo que ya llego mi hora, al menos te conocí, me alegro haberte visto por última vez…
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Almas
Romance¿Has escuchado la palabra destino?... son circunstancias que resultan ser al azar, que ya están escritas en tu futuro... que de alguna forma u otra tienes que terminar en aquel momento, con esa persona, en ese lugar... Ahora imagínate sufrir por l...