Para poder entender a una mente extraña, primero hay que analizarla, buscar el por qué, encontrarlo, intentar comprenderla, lograrlo, aprender a querer esas anomalías, curar las heridas y por último: Entender que nadie es normal y quizás tú mismo eres incluso más extraño.
Nadie se salva de sufrir uno que otro secretillo oscuro en lo más profundo de su psique, que desea ser encontrado y salvado, lastimosamente en la mayoría de casos suelen relucir de la manera equivocada.
Como bien he dicho con anterioridad, hay que empezar por el final para poder hacernos una idea de lo que realmente alberga el interior de la linda parejita de chicas con rosaditas mejillas.
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A l g u n o s a ñ o s d e s p u é s . . .
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-El prólogo fue divertido y los aplausos de los fieles han sido escuchados- Una cálida mano recorría la rojiza y caliente mejilla de su querida, en un gesto de tal vez cariño o excitación. -Owwwn, cariño, necesito refrescar un poco nuestros recuerdos y tal vez hacer u- -
-O-oye...-
-Bebé... ¿Te he dado permiso de hablar?-
El melifluo sonido de una linda bofetada resonó por las paredes de ese viejo y húmedo sótano
-No, ¿verdad?- De nuevo su suave mano se posó sobre la mejilla de su novia, ahora con un poco de brusquedad -Debes aprender que cuando hablo, tú te callas y escuchas-
La falta de brillo en sus usualmente alegres ojos resultó intimidante, incluso aún más que el tono grave y para nada juguetón que ahora dominaba la voz de la fémina de carácter alegre.
-¡¿ENTENDISTE O NO?!- De nuevo otra bofetada -Si te pregunto algo, tú respondes-
-Entiendo-
-Awww, realmente eres una cosita muy tierna- Dejó un besito en la frente de su novia quien solo rodó los ojos, aprovechando la diferencia de alturas ahora que ella estaba atada a la silla, dejó otro besito pero esta vez en sus labios - Si, lo eres, solo que a veces te haces la tontita, Himiko-
-¿Eso crees Ochako-Chan~? -
Una risilla bastante adorable brotó de los pomposos labios rosas húmedos en saliva de la peli castaña, y se fundió en el aire junto al invisible vapor que emanaban ambos cuerpos al chocar contra el brusco frío que reinaba en ese viejo sótano mohoso y con poca iluminación.
Algunos pequeños mechones rubios estaban pegados a la levemente sudada piel de Toga, que se sentía algo pegajosa y bastante caliente, lo que la complementaba a la perfeccíon, al tierno toque de las manos de Ochako, manos frías, suaves y mojadas en agua helada para intentar bajar la fiebre de su novia.
-Retomando lo que quería decir... Cielo, quiero revivir recuerdos bonitos contigo- Hizo un peuqeño puchero, de nuevo besó su frente y bajó sus manos hasta los hombros de Himiko para tener un poco de apoyo y poder montarse en su regazo intetando no recargar todo su peso en ella. -Ya sabes, después de haber traicionado a la liga de héroes y ser buscada como una vil y asquerosa villana de turno, necesito un poco de alegría y afecto de la tontita culpable de todo eso- Con su dedo índice dio suaves golpecitos en la nariz de la rubia, quien solo la miraba con esos ojos tan rojos como la sangre misma, llenos de una mezcla de emoción, excitación y algo de molestia disimulada.
-Ahhgm~ Es nada más cuestión de tiempo para que nos encuentren y mientras sigas con tu pierna en ese estado, estamos en bandeja de plata para que nos capturen en únicamente un par de suspiros- Bajó su cabeza y la escondió en el comienzo del pecho de Toga. Después de unos segundos, se bajó del regazo de la menor y se fue del lugar como si nada, dejando atrás el sonido de sus pasos descalzos contra el cemento polvoso del piso.
Las cuerdas que amarraban a Himiko no estaban del todo apretadas, pero estaban suficientemente justas como para inmovilizarla, realmente unos nudos de bondage perfectos. Su sonrisa bizarra e imborrable estaba presente como siempre, junto a un gran sonrojo a causa de la fiebre y su ceño fruncido en reflejo del dolor que provenía de su pantorrilla, completaba el poema de gestos y sentimientos al que se reducía Himiko Toga, una de las mejores villanas tal vez de la década.
-¡O-cha-ko-chan!, Ochako-chan~ No seas mala, no me dejes solita cuando estoy enfermita-
-¡Oh! No lo haré cariño, solo fui a buscar una cosita-
Por el viejo y oxidado marco metálico de la puerta, se podía ver la silueta de una Ochako ya adulta, con su característico corte de pelo esponjado algo despeinado y su figura algo rellenita que con sus curvas era la protagonista en los ojos de Himiko.
Su piel estaba perlada y pegajosa por el sudor, sus clavículas marcadas con una que otra mordida destacando en ellas. Bajando un poco más, su pecho que era ceñido por un sostén deportivo donde sus pezones no erectos del todo se podían percibir y la curvatura de sus senos caía un poco en una linda forma algo ovalada, su abdomen estaba a la vista, subiendo y bajando de forma lenta moviendo su pecho de paso. Bajando un poco más, en la curva de sus caderas, un short deportivo color negro abrazaba sus muslos hasta la mitad, de forma perfecta y luego las grandes curvas de sus piernas torneadas hasta llegar a sus pies descalzos, se lucían en contra luz.
Un jadeo escapó de su boca, convirtiéndose en vaho que opacó por un momento su vista, acompañado del titileo de la lámpara vieja.
Finalmente, la luz se apagó y solo pudo guiarse por dos de sus sentidos, el olfato y el oído. Los pasos de Uraraka se acercaban con rápidez y su fugáz olor corporal junto al aroma de algún medicamento, llegaron a su nariz.
-Baby, esto te va a doler más a ti que a mi~- Un reflejo de espasmo fue la reacción de Toga al sentir los dedos de Ochako, tantear los inflamados bordes de su herida, dandole un poco de picazón y ardor.
-Pero si no lo hago, la herida puede infectarse peor y esta vez Kirishima-kun ya no nos va a poder ayudar con tu pierna podrida - No tardó en sentir el doloroso piquete de una inyección de doxiciclina, rechinó los dientes y cerró sus puños de manera tan agresiva que probablemente había hundido la piel de sus palmas hasta llegar a un tono morado. Realmente no sabe de donde sacó la fuerza mental para no patear a Ochako e intentar escapar...
-Solo cierra los ojos y cuenta hasta diez... - Su risa burlona no ayudó mucho en la tarea de calmar a Himiko, quien en esos momentos de adrenalina, dolor y excitación solo quería tomar la navaja que había cerca y mandar todo al carajo, incluso a ella misma...
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A l g u n o s a ñ o s a n t e s . . .
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Nî-Hao
Vengo a darles un mini expoiler de lo que se viene, a modo de experimento para saber si seré capaz de mantener sus expectativas ^^"
Ahhhh, editaré esto después e intentaré estar más activa por lo menos en este fic <3
Sin más que decir, me despido.
ᓚᘏᗢ Adieu~
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Daddy Lil Monster || A OchaToga drabble
FanfictionHimiko y Ochako son dos chicas totalmente distintas, con valores y experiencias totalmente contrarias, pero hay algo en ellas que las atrae por una razón distinta a la típica estupidez de "Polos opuestos se atraen". Ellas eran su lugar seguro a su m...