𝐔𝐧 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨

1. 𝗢𝗯𝘀𝗲𝗿𝘃𝗮́𝗻𝗱𝗼𝗹𝗼

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adiós chicos -

Naruto agitó los brazos en el aire, su habitual amplia sonrisa decorando su rostro, despidiéndose de sus compañeros de equipo. Se quedó allí viendo cómo sus figuras se desvanecían a medida que se alejaban de la Mansión Hokage. El equipo acababa de ser despedido. después de informar a Tsunade, Kakashi mucho tiempo antes de que cualquiera de ellos hubiera puesto un pie fuera de la habitación.

Se volvió, levantando los brazos, entrelazando los dedos detrás de la cabeza mientras pensaba adónde ir a continuación. No quería volver a casa. Ese lugar lo hizo sentir aún más solo de lo que ya estaba. Esperar. Sacudió la cabeza y cerró los ojos mientras pensaba:

No estoy solo.

Mientras continuaba caminando por el pueblo, notó un cambio sutil en la iluminación. Al abrir los ojos, vio un árbol solitario colocado sobre una colina, que hojas verdes se agitaban con el viento, lo que provocaba que rayos de sol de corta duración cayeran sobre su rostro. Lo miró asombrado, preguntándose cómo nunca antes había notado un lugar así. Sonrió antes de abrirse paso a través de la hierba alta, ascendiendo lentamente la colina. Afortunadamente, la hierba se hizo cada vez más corta a medida que se acercaba a la cima.

Finalmente, después de unos minutos de tropiezos y suaves maldiciones, Naruto llegó a la cima de la colina. El árbol que había visto antes ahora se erguía ante él. Se acercó a él y puso una mano en su tronco. Sonrió sintiendo el calor de la corteza bajo su palma. Suspiró satisfecho, se dio la vuelta y se arrastró a lo largo del árbol hasta que golpeó la suave hierba debajo de él.
Mientras miraba el pueblo, pensó en lo hermoso que se veía todo cuando el suave resplandor anaranjado de la puesta de sol lo iluminaba. Miró hacia arriba, mirando las nubes. Parecían arrastrarse por el cielo, Naruto estaba hipnotizado. Continuó mirando pensando lo agradable que sería tener a alguien allí con el, experimentando el momento.

Cuando Shikamaru se llevó una mano a los ojos para protegerlos del sol poniente, entrecerró los ojos, tratando de averiguar quién estaba sentado en su lugar habitual. Bueno, aparte de la azotea, pero sin Choji alrededor de la azotea no se sintió igual, así que encontró otro lugar para holgazanear cuando el Akimichi estaba ocupado. Mientras se acercaba un poco más, notó la distintiva combinación de amarillo naranja a la que se había acostumbrado tanto. No quiere decir que él y Naruto estuvieran de alguna manera unidos, pero se había vuelto más consciente de la presencia de los demás en su vida diaria. Cuando sus ojos se enfocaron finalmente en el rubio, se sorprendió por la vista que tenía ante él.

Allí estaba, sentado, de espaldas al árbol. Tenía los ojos cerrados y una sonrisa plasmada en su rostro. Eso por sí solo hubiera estado bien, pero fue la única lágrima que bajaba lentamente por su rostro lo que sorprendió a Shikamaru. Luego, esa lágrima fue seguida por muchas otras, sonrisa temblorosa pero aún pegada a su rostro. Shikamaru no estaba seguro de cuánto tiempo estuvo allí en ese camino, mirando al chico, pero cuando salió de su trance rápidamente se puso en cuclillas, cubriéndose detrás de la hierba alta, concentrándose en ocultar su chakra lo mejor que pudo. . Espera, ¿por qué se estaba escondiendo? ¿Había visto algo que no debería haber visto? 

Frunció el ceño y cerró los ojos mientras procesaba lo que acababa de presenciar.

- ¿Shikamaru? -

Shikamaru abrió los ojos, levantó la cabeza y vio a Naruto parado allí mirándolo.

- ¿Qué estás haciendo? ¿Estás herido o algo así? - Naruto inclinó la cabeza hacia un lado, el brazo un poco levantado en caso de que su amigo necesitara una mano para levantarse. 

- No, no. Estoy bien -

Shikamaru se puso de pie y se metió las manos en los bolsillos. Miró hacia el camino desgastado, sin querer hacer contacto visual. Tan inteligente como era, también era humano, por lo que decir algo incorrecto siempre era una posibilidad.

Naruto miró al laay nin durante unos segundos, antes de encogerse de hombros. 

- Bueno, si tú lo dices - Se volvió y volvió a su posición de colocar las manos detrás de la cabeza antes de marcharse.

Shikamaru giró la cabeza mientras lo seguía. Naruto con los ojos, preguntándose si había imaginado los eventos anteriores. ¿No estaba simplemente llorando...?

Sacudió la cabeza, mirando por encima del cielo nocturno ahora oscuro. 

- Tch, qué lata - Murmuró mientras giraba sobre sus talones, dirigiéndose por el camino en dirección a su casa. Su mente continuamente volvía a la imagen de un Naruto sonriente, pero llorando. No importa cuánto trató de pensar en otra cosa, no podía dejar de pensar en la rubia.

¿Por qué estaba llorando? ¿Estaba herido por una misión? Siendo el idiota que es, probablemente se precipitó a una batalla y se lastimó. Eso explicaría la sonrisa que tenía, estar orgulloso de una cicatriz de batalla Naruto. A pesar de la justificación que Shikamaru proporcionó para su explicación, en el fondo sabía que Naruto no estaba llorando por un moretón o dos. No, esto era algo más profundo que eso. Shikamaru simplemente no pudo averiguar la verdadera razón, al menos, no con la información que tiene ahora.

Shikamaru murmuró - ¿Por qué estoy pensando tanto en esto? No es de mi incumbencia -
Cuando llegó al recinto de Nara, entró rápidamente a su casa y se quitó los zapatos. Se inclinó, arreglando la colocación de sus zapatos, no queriendo que su madre le gritara por la mañana. Estaba a punto de dar un paso hacia su salón cuando escuchó una voz que venía de su lado.

- ¿Dónde has estado Shikamaru? -

Era su padre, estaba sentado en el sofá de la sala de estar mirando el periódico. 

- Estaba mirando las nubes. Disfrutando de mi juventud, como Guy Sensei disfruta gritando - Shikamaru puso los ojos en blanco, dirigiéndose al sofá. 

- Ese es el espíritu - Shikaku se rio entre dientes, sin dejar de mirar el periódico. Shikamaru miró a su padre por unos momentos antes de abrir la boca para hablar. 

- Papá, ¿tienes alguna información sobre ¿La vida personal de Naruto? - Shikamaru se sentó al lado de su padre, descansando sus brazos sobre sus rodillas, encorvado mientras miraba al suelo. Shikaku miró a su hijo, sonriendo levemente mientras pasaba la página grande.

- No, en realidad no. ¿Por qué preguntas? - Shikamaru miró hacia arriba y hacia su padre antes de ponerse de pie - Nada, solo me preguntaba - Se rascó la cabeza y bostezar cansado- Te veré mañana. Noche -

- Descansa Shikamaru -