𝗜 𝗯𝗲𝗹𝗶𝗲𝘃𝗲 𝗶𝗻 𝘆𝗼𝘂...! [ᴄʜʀᴇᴏɴ]

꒰Prologo꒱

Era un día lluvioso, los pájaros empezaban a retirarse hacia sus hogares para resguardarse de la lluvia, las personas empezaban a apurar su paso para llegar hacia sus trabajos sin mojarse, otras miraban lo hermoso que es sentir y ver caer gotas de agua sobre sus prendas, y otras simplemente se dirigían hacia algún local cercano hasta que pare la lluvia.

En una calle donde había distintos negocios como tiendas de ropa, florerías, comida rápida y muchas más, se encontraba una pequeña cafetería rustica, se la podía diferenciar del resto porque adentro de sus instalaciones tenían árboles. El edificio tenía 2 pisos, entrabas por adelante, por donde te recibían amablemente y te aconsejaban donde podías sentarte, pasabas por los grandes árboles y un camino de distintas flores, si querías unas preciosas vistas, podías dirigirte al segundo piso, al cual podías acceder desde una escalera de cuarzo ubicada en una esquina del fondo del local, cuando subías podías darte cuenta de que había un gran ventanal, por el cual podías ver la ciudad, el parque y las montañas de la ciudad.

En el fondo del local, se encontraba un cliente el cual apenas había llegado para resguardarse de la lluvia, tenía un cabello rubio que resaltaba más cuando había sol, una piel blanca como la misma porcelana, tenía unos ojos azules como el mar o el cielo, podías quedarte mirándolo durante mucho tiempo apreciando su belleza, parece ser un joven que fue entrenado para pelear, por la forma de su torso, tiene masa muscular, pero no en exceso, sus brazos son delgados, sus piernas también, su torso resalta por parecer al de una mujer, mejor dicho su cintura, no se puede apreciar bien sus dos ojos, ya que su cabello cubre el ojo izquierdo, estaba jugando con sus manos, talvez para desestresarse, si miramos mas de cerca, se puede ver que tiene un pequeño bolso color gris, en el cual tiene un libro, junto con una tableta y un lápiz, al parecer es un escritor, pero se ve que es bastante joven para ser un escritor... -dijo una empleada hacia su compañera de trabajo-

-Chica: ¡Es bastante apuesto! Me muero de ganas de saber si es soltero o no, ¿Qué dices Luisa, iras y le vacilaras? –dijo en susurro hacia su amiga con una media sonrisa-

-Luisa: ¡¿Que te sucede Jess?! No puedo hacer eso... es un cliente y no está permitido coquetear a los clientes, iré a atenderlo, tu ve abajo que acabo de llegar otro cliente... -dijo esto último un poco asustada-

-Jess: Le quitas lo divertido a la vida Lu... -se va un poco insatisfecha por lo ocurrido-

-Jess se va dejando sola a Luisa en el segundo piso-

-Luisa: -se acerca al joven para atenderlo- Buenos días joven, bienvenido a Café de las mil flores ¿Qué va a querer? –dice esto a duras penas para no sonar como joven enamorada-

-Chico: Buenos días, quisiera un café caliente con unas frutas, nada más. –dijo en voz baja-

-Luisa: Buena elección... ¿podría decirme su nombre para la factura por favor?

-Chico: C-claro, mi nombre es Leon Kennedy. –dijo apresurado-

-Luisa: Muchas gracias señor Kennedy, ahora llegara su pedido... -se retira del segundo piso-

-Leon: -acerca su cabeza a la mesa- porque sigo sin poder entablar una simple conversación... ¿desde cuándo se volvió tan complicado decir solo mi nombre...? Está lloviendo demasiado, creo que deberé regresar a mi casa después de desayunar, y yo que quería pasear y no quedarme encerrado como siempre lo hago...

-Leon saca su Tablet de su bolsa-

-Leon: Veamos qué podemos hacer hasta que llegue mi desayuno... -prende su Tablet y empieza a andar por ahí- mmh, ¡¿mi libro llego a más de 1 millón de copias vendidas?! Wow... no pensé que llegara a ser tan reconocido... -dice con una pequeña sonrisa- será mejor que valla teniendo una idea para mi próximo libro, pero primero me tomare un pequeño descanso, escribir libros es difícil... –abre twitter-