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Un deseo para navidad

Hoy me levante más temprano de lo normal, me duche con agua mega caliente por el tremendo frío que hacia, vestí lo mas abrigado que tenia en mi guardarropa; claro sin perder el estilo. tome mis llaves, unos guantes y salí de mi casa emocionado por la cita que tendría hoy. vería a  la persona que amo.

Todavía tenia mucho tiempo de sobra pero no quería arruinar el día de hoy. En mi camino me encontré con una cafetería, seria buena idea comprar algo para matar el tiempo y el hambre.

La persona que me atendió fue muy amable y me despidió con un “que tenga una feliz navidad” ya tenia un poco mas de suerte para el día de hoy.

me senté en un banco del parque, veía como los arboles estaban pintados de un hermoso blanco y el cielo era un azul pálido tan hermoso que la vista se podría perder en el paisaje. mire mi reloj y todavía tenia mucho tiempo. Pensar que tendría una cita con esa persona hacia que mis cara se pusiera roja y se dibujara una sonrisa nerviosa. Era increíble lo que sentía, ya que desde que nos conocimos, nunca deje de amarle.

Mientras caminaba hacia mi destino, encontraba a varios amigos, todos sabia de mi cita porque desde hace mas de un mes estaba emocionado. Ellos en burla me decían “¡tu puedes, galán!” eso me ponía más nervioso. Caminaba cada vez mas rápido.

en mi transcurso del camino recordé tu pésimo carácter, te enojas por todas mis bromas y algunas de ellas de tan gracia, pero lo que mas me gusta es que siempre escondes tu sonrisa en la palma de tu mano para poner contener la risa.

¿Recuerdas cuando me cuidabas? esos días los recuerdo como si hubieran sido ayer, siempre estabas asustado cuando lloraba pero lo hacia para que me abrazaras. Era un capricho muy tonto pero si no lo hacia antes de que empezara la noche, me sentía muy solo cuando te ibas.

Encontré una juguetería y en uno de los vitrales de la tienda estaba un pequeño oso con una taza de té, me recordó mucho a ti. Lo compre junto con otro regalo; era un inocente ramo de rosas. espero que le gusten los osos y las flores.

El día se estaba terminando. me puse en marcha y camine hacia donde vivías. era una casa muy conservadora pero, estar ahí se sentía lo agradable que era estar a tu lado.

limpie mis zapatos en el tapete de bienvenida y toque el timbre de la casa, incluso el sonido era sofisticado. Me tomo unos segundos para arreglarme el cabello y de pronto se estaba abriendo la puerta.

- ¿Quién es? Bienvenido Alfred. Creí que llegarías mas tarde.

- Es un día especial, Arthur. Imposible llegar tarde.

pude notar que sus mejillas se ponían un poco rosas, era agradable. sus cejas desalineadas, su rostro pálido y su cuerpo delgado. no habían cambiado nada. Esta era la persona que tanto amo.

- ¿Y a donde irán?

- Al centro a ver los juegos artificiales.

- Grandioso, que se diviertan mucho.

Si, era la persona que amo. Pero no puedo decirle porque mi pareja es su hermana, Alice. Es un amor que no se si se cumpla porque él esta muy lejos de mi alcance.

-Arthur toma, feliz navidad - le obsequie los regalos y él los aceptó pensando que soy muy tímido para dárselo a mi novia.

Alice salió de su habitación muy bien arreglada, era preciosa. cualquier hombre podría enamorarse de ella pero yo ya estaba cautivado por su hermano.

Salimos de su casa, Alice colgaba de mi brazo, parecíamos una buena pareja de enamorados; yo intentaba no mirar hacia atrás, pero mi corazón se sentía tan adolorido por no tenerlo. Cuando llegamos al centro, varias parejas estaban alrededor del árbol navideño que muy bien estaba alumbrado, estaban esperando el espectáculo de las luces. Alice me miraba fijamente, sabia como me sentía.

- Alfred, ¿estas así por mi hermano, verdad?

- es triste que pase la navidad solo en casa.

- Él solo espera la persona indicada para compartir este día. Pero yo ya la tengo.

Me abrazo gentilmente y solo me dispuse a corresponder su cariño.

Me conocía muy bien, crecimos como hermanos cuando eramos pequeños, tenia en cuenta todo lo que sentía incluso sabia lo que sentía por su hermano. Estuve a punto de desbordarme y ponerme a llorar. Era injusto lo que le hacia a Alice pero me sentía mas miserable de saber que no podía enfrentar lo que siento.

Salieron los fuegos artificiales, nos tomamos de la mano y nos deseamos feliz navidad. Cerramos la noche en un beso y toda mi hipocresía invadía mi cuerpo.

ya era tarde y fui a dejar a mi “novia” a su hogar. Arthur estaba en la puerta, sentado en una pequeña silla de madera esperando a que llegáramos. Era lo único que quería ver. Alice me beso la mejilla y se adentro a su casa para descansar. estuve mucho tiempo hablando con Arthur sobre el día de hoy y fue cuando nuestras miradas se conectaron. un silencio se prolongó y en un gentil beso en los labios se terminó.

esto parecía un sueño y sí lo es, seria el sueño mas hermoso que pude tener.

nos miramos fijamente, no podía negarlo más. Lo amor demasiado. Seguimos en el beso, incluso mi cuerpo quería llegar al final pero, nos detuvimos. ese sueño se acabo. Arthur se levantó de su lugar para meterse a su hogar.

-Feliz navidad, Athur. Te amo.

- Feliz navidad… -dibujo una sonrisa y después pronuncio un “te amo”.

Tal vez, solo tal vez un día de estos pueda convertirme en su persona especial.