INTRODUCCIÓN

7 0 0
                                    

Me llamo Lana, y sí, esta es la historia de mi vida, de como sigo intentado sobrevivir a mis propios pensamientos. No mamá, no son malos días. No papá, no es por la edad. No busquéis justificación a todo lo que llevo arrastrando desde que tengo consciencia. 

Sé que muchos y muchas de los que estáis leyendo esta historia lo estáis pasando mal. Sé lo difícil que es luchar contra una misma todos los días, verte al espejo y pensar que eres la persona más horrible del mundo. Levantarte todos los días de la cama y querer volver a dormir porque en tus sueños eres feliz, o no poder dormir porque esa voz de tu cabeza no te deja ser feliz. Sé lo que se siente que tu estado de ánimo sea una montaña rusa y no saber controlarlo. Sé lo que es hacer daño a la gente que quieres por ataques de ira o impulsos que no puedes evitar. Sé lo que es sentirse tan culpable que no encuentras otra forma de desahogarte que autolesionarte para ver que realmente sigues viva, que hay algo dentro de ti y que no estás completamente vacía.

Por todo esto, quiero que leas mi historia, que sepas que no estas sola, que hay más personas como tú. A mi también me han hecho daño, yo también he hecho daño.

Estoy en mi cuarto, sola, recordando toda la mierda que llevo arrastrando desde que soy una cría. Esta puta voz de mi cabeza no se calla, necesito descansar, necesito distraerme, necesito ser feliz...

Vuelvo a escuchar esa canción que tanto me gustaba, ojalá poder olvidarla y volverla a escuchar como la primera vez, sentir esa sensación que te llenaba por dentro cuando la escuchaste, el necesitar escucharla como 4 veces porque sientes que no la has disfrutado lo suficiente, saberte la letra completa de haberla escuchado tantas veces. He cantado, he reído, he llorado con esa canción, y ahora... Nada, no siento nada al escucharla, nada me mueve por dentro y siento que estoy muerta. Solo quiero volver a sentir algo, volver a recobrar esa chispa que tenía en la mirada.

Duele, duele como una daga clavada en el corazón recordar como poco a poco te has ido pudriendo y te convertiste en lo que juraste destruir. Duele ver que no eres la misma, y duele más aún que la gente que quieres no se de cuenta de lo rota que estás, de todo lo que llevas fingiendo ser una persona que no eres, fingiendo ser feliz y fingiendo querer vivir cuando realmente lo único que quieres es desaparecer.

Es duro, lo sé, es muy triste que una persona de 17 años quiera dormir y no volver a despertar. Yo debería de tener ambiciones, retos, metas, pero no. Yo lo único que sé es que las cosas que me encantaba hacer, ya no me apetece hacerlas. Todo lo que me distraía, todo lo que me hacía ser feliz, ahora no puede ayudarme. Me siento en un pozo sin fondo, del que no puedo salir a menos que llegue al final y toque fondo. No, aquí no hay ángeles que me salven, estoy perdida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 27, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ExistoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora