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Capítulo 3

Cuando Jimin despertó la luz anunciaba más de medio día, el agudo dolor de cabeza lo hacía sentirse confundido, pero sabía perfectamente dónde estaba y porqué estaba ahí, sus manos dolían debido a las cosas que había roto y su departamento estaba inhabitable por el momento así que simplemente había huido de todo terminando por esconderse en casa de su hermano, no quería hablar ni con su mejor amigo, ni con su representante.

-- Toc toc -- Hoseok entró con un café en las manos -- Ya despertaste ¿Cómo te sientes cara de papa? --

-- ¿Cara de papa? -- Jimin se sentó en la cama y tomó el café agradeciendo con la cabeza.

-- Si porque tu cara está toda hinchada -- el mayor se sentó a su lado cambiando su semblante a uno preocupado -- Sabes que no puedes huir todo el tiempo ¿verdad? Dime qué pasó --

-- No quiero hablar -- susurró mirando su reflejo en el líquido café, Hobi era su confidente desde niño, el único que lo había apoyado cuando decidió superar y avanzar de su pasado, si bien solo eran medios hermanos, nadie más había velado tanto por la seguridad y salud de Jimin desde que acusó a su padre sobre el abuso que ejercía en el desde niño, su madre lo había negado y siendo ella la madre de Hoseok también, el que ambos hijos estuvieran en su contra había provocado el quiebre de toda la familia. Jimin podría haber terminado mal ante el rechazo de su familia, pero el tener a su hermano en su vida lo había mantenido lo más cuerdo que se pudo... al menos el intento se hizo.

-- Pues en algún momento tendrás que hacerlo porque si no les diré a Nam y Taehyung dónde estás --

-- ¡No les digas! -- se exaltó.

-- Tendré que decirles, el pobre de Nam está preocupadísimo y no deja de llamar, cancelaron toda tu agenda de hoy, pero no puedes huir de tus obligaciones --

Jimin suspiró y asintió con la cabeza, hasta que se dio cuenta de algo.

-- Espera... ¿Cómo sabes lo de mi agenda? -- Hoseok sonrió al verse descubierto -- ¡¡Ya les dijiste dónde estoy!! --

-- Sí, así que tienes media hora para contarme que pasó hasta que lleguen por ti --

-- Está bien... -- masculló cansado.

*~*

Jin colocaba un trapo húmedo y frío sobre la cabeza de Yoongi, aun sintiéndose preocupado porque el menor no despertaba desde que llegó y ya era más de medio día, pero también se imaginaba que no había dormido nada y que seguro despertaría con una terrible resaca.

Jin no sabía casi nada del pasado de Yoongi, apenas lo conoció cuando Jungkook entró a trabajar a una revista local antes de tener su trabajo actual y mucho menos había bebido con él a pesar de que lo había invitado en algunas ocasiones, pero siempre negaba la invitación siendo respaldado por su pareja "Yoongi no bebe", una respuesta muy simple para la manera tan seria en la que era dicha, por ello prefería no insistir. Sin embargo, el evidente estado de ebriedad del menor la noche anterior solo lo confundía.

-- ¿Jin... hyung? -- una voz débil lo sacó de su ensoñación.

-- ¡¡Yoonie!! Por fin despiertas ¿Cómo te sientes? --

-- Creo que me atropelló un camión --masculló con una mueca de dolor.

-- No pequeño - soltó con una risa - pero seguro que bebiste lo de un camión, no sueles hacerlo muy seguido ¿verdad? -- Yoongi negó con dificultad -- Se nota -- soltó un suspiro y se quedó mirando al menor por un momento, se veía muy indefenso (más de lo usual) -- ¿Quieres hablar de lo que pasó entre Jungkook y tú? -- Yoongi se tensó y negó rápidamente con la cabeza, haciendo una mueca por la molestia -- Vamos, no ha dejado de preguntar si puede venir a verte, necesito una explicación porque no sé qué está pasando -- suspiró al ver el semblante decaído del menor -- Aunque está bien, no hables, mejor descansa ¿Quieres comer algo? Vomitaste todo lo que tuvieras en el estómago -- la última oración hizo que Yoongi abriera los ojos sorprendido, atragantándose y mareándose en el momento.