Prólogo: Lo que alguna vez fuí

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Alguna vez fuí una soñadora que amaba la música y apreciaba el arte como los enamorados aprecian la luna cada noche, deseaba con mi alma poder algún día transmitir la paz que sentía al cantar; cantar me llenaba el alma y de la misma manera quería llenar los corazones de los demás, pero el fino hilo del destinó me jugo una mala treta.

Aquellos sueños que alguna vez me llenaron de fe se esfumaron junto con lo poco que quedó de mí. Mi alma aún divaga por los callejones sin salidas de mi vecindario dónde aún se oyen los llantos y gritos desesperados de otra joven que mirando al cielo ruega que termine la insaciable agonía de ser tomada como un pedazo de carne.

No sé confundan morir no es el mayor infierno, vivir en un sociedad llena de monstruos disfrazados de honorables, gentiles y éticos es el verdadero infierno. Así que tomen asiento pónganse cómodos y sean bienvenidos a conocer mi historia y la de muchas otras que al igual que yo exigieron justicia y les dieron impunidad.

La desaparición de AmarisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora