Protect the prince. ♡ym ; 윤민

01.

Ni en sus sueños podía de dejar de pensar en él. Sumido en aquel panorama, observaba una imagen que jamás creía ver, el príncipe Jimin estaba despierto. Sus ojos color azul como el mar brillaban más de lo que él alguna vez hubiera imaginado, ni siquiera sabía con certeza que tono de azul eran o si en verdad eran de ese hermoso color, pero su mente lo interpretó de esa manera.

Estaban sentados, uno justo a lado del otro. Jimin veía el castillo mientras YoonGi solamente tenía ojos para el rubio. Le miraba respirar y tener la vista solamente al frente, sin siquiera decir palabra ni sonreír.

Y así durante mucho tiempo, hasta que porfin el principe volteó a verle, y cuando porfin estuvo a punto de decir algo... YoonGi despertó.

Sudando y con el corazón casi saliéndose del pecho, el pelinegro salió corriendo de su habitación directo a la habitación real, dónde por las puertas hostentosas ya se podía adivinar quién estaba ahí dentro.

Tenía la manía de tocar la puerta, pero está vez entró sin siquiera avisar, por más aterrador que sonase. Y para su calma lo primero que vió fue a un hermoso príncipe durmiente en la misma posición en la que lo dejó.

En ese momento se relajo al instante y soltó un suspiro.

-Príncipe Jimin... Solo espero que despiertes pronto.

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Lo que hacía famoso a aquel pueblo donde los reyes y reynas aún gobernaban, era el famoso mito del principe durmiente. La gente poco a poco perdió la esperanza de que el príncipe Park despertara, y lentamente la idea de que el hermoso príncipe de cabello rubio gobernara aquel lugar cada vez se veía más lejana, solamente quedaban los recuerdos de pocas personas en el reino, del personal del castillo y de los reyes Park.

Por esa razón las madres contaban a sus hijos la historia del encantador príncipe durmiente como si fuera un simple cuento de algún escritor loco.

Pero a pesar de haber pasado tanto tiempo, los Park aún seguían gobernando. Y aunque no les gustase hablar mucho del tema, lo único que podían decir era "nuestro hijo está en espera de su salvador", razón por la cual la gente empezaba a creer que el rey estaba demente.

Pero no, su hijo primogénito, después de 25 años, seguía dormido y sin envejecer, intacto. Y con la esperanza de que algún príncipe creyera que verdaderamente la "leyenda" era cierta, estaban esperando.

Mientras tanto, el príncipe Jimin reposaba pacientemente sobre almohadas de plumas, vestido con las mejores pijamas del reino, con el cabello siempre bien peinado, las uñas bien cortadas y en compañía de un joven pelinegro de piel lechosa.

–¡Buenos días, príncipe Jimin!— Una voz alegre inundó todo el ambiente dando paso a la luz de día, pues YoonGi abrió las cortinas dejando que los rayos del sol chocarán contra el cabello de Jimin y este brillará aún más. —El día de hoy se ve muy bien, mi señor. Con un poco de mi ayuda se verá aún más radiante.

Y siguió preparando todo.

Tenía que verse presentable para su futuro príncipe, para su reino, y de eso se encargaba YoonGi.

Pues su única misión era cuidar de él.