Capítulo 1

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El reino demoníaco rara vez había experimentado paz, era una constante lucha donde no importaba el linaje, fortuna o influencias. Aquí tu valía se determinaba por tu fuerza y poder, sin haber derramado sangre no podías crear un imperio. Los antiguos clanes se apegaban a estas peleas barbáricas donde el ganador reinaría por un tiempo indefinido, sus días contados hasta que apareciera el próximo demonio lo suficientemente fuerte para vencerlo. Las tradiciones no habían sido escritas en piedra, pero aún así no había ser que no conociera de la manera en como se realizaban las cosas en este territorio.

Siglos tras siglos de rituales y costumbres...súbitamente fueron tirados a la basura.

¿El responsable? Un demonio celestial de nombre Tianlang Jun. Su fiereza y poder arrasaron con el reino entero, doblegando clanes a su voluntad en cada batalla al punto en que no había ninguno demonio que se atreviera a contradecir su palabra u acciones.

Si el emperador se interesaba en la cultura humana, eso estaba bien.

Si el emperador escapaba de vez en cuando al mundo humano, no había problema.

Si el emperador en una ocasión regresó de una de sus excursiones con una humana embarazada, todo era perfec-

¡¿A quién engañaban?! ¡Nada estaba perfecto! ¡Era un desastre! ¡Una guerra civil!

¿Quién quiere a un mestizo como heredero al trono? ¿Qué demonio le tendría respeto a un ser que es mitad humano?

Los ministros fieles a Tianlang Jun se negaban a soltar los muslos de su emperador ¡Había cometido errores! ¿Pero eso le pasa a cualquiera, cierto? ¿Manchar de forma permanente tu linaje es algo pasable, cierto? ¿CIERTO?

La otra facción se negaba a que en un futuro su progenie de sangre pura fuera comandados por alguien cuya madre era una humana, sin mencionar una cultivadora, el enemigo principal de los demonios.

Todo sirviente en aquel entonces era testigo de los repetidos y fallidos atentos de eliminar a aquella alimaña, el emperador le había conferido a su emperatriz los mejores guardias del reino. Sin embargo, ante de que alguno pudiera actuar ante la amenaza, ya la humana había matado a los asesinos encubiertos, botado la comida envenenada y les ordenaba que investigaran al responsable.

Todo esto mientras sostenía con una de sus manos su abultado vientre.

Los guardias empezaban a sospechar que esta mujer no era humana después de todo...

Con la emperatriz, Su Xinyan, estableciendo su autoridad en el palacio y el emperador, Tianlang Jun, erradicando todo clan rebelde o traidor. No fue sorpresa que el nacimiento del príncipe heredero fue...pacífico.

"Se llamará Su Binghe" declaró la emperatriz, cargando con el pequeño príncipe. Maravillada de como el peso bajo su brazo ahora era algo real, que tras un sinfín de obstáculos por fin podía tener esto. Podía ver a su hijo, sus ojos negros con un ligero tono de rojo alternando entre verla a ella y a su esposo.

Sus ojos se sentían húmedos, pero lo permitiría esta vez.

"¿Su Binghe? Me gusta, aunque el otro día había leído una novela y el nombre de uno de los protagonistas era-"

"Su nombre es Su Binghe"

"Amor, aunque sea considera un ligero cambio"

"...¿De qué era la novela?"

"Ah, verás. Era romántica, pero con pequeños énfasis en la vida sex-"

"Mandato de la emperatriz: El nombre del príncipe es Su Binghe"

Quien conquiste al príncipe demonio ganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora