Ni si quiera se si alguna vez leerás esta carta. Hoy es una de esas noches que pienso en ti, en el que te leo, en el que te pienso y te deseo más que nunca. Alguna vez te dije que te necesitaba como para vivir y creo que es eso es lo que a veces me provoca la asiendad. se que era una cría y no te daba lo que tú necesitabas, pero no lo dejé de intentarlo hasta el último momento. No me quiero mentir ni a mí, yo también la cague la cague tantas veces que me culpo a mi misma de la última mala racha que tuvimos, si, los dos fallamos en muchas cosas, al fin y al cabo era una relación de 2, y me faltaron decirte tantas cosas, tantas, que podría reescribir el diccionario por orden alfabético de los motivos por los cuales te quería, te quise y te sigo queriendo. Más de 3 años sin verte, sin escuchar o leer un te quiero, y 3 años preguntándome si las cosas hubieran sido diferentes si tuviera la mentalidad que ahora tengo. No sé si soy la misma, yo pregunto a mi alrrededor y me dicen que sí, pero es que también lo que necesito decirte es que tu me hiciste así, puede que sea vulnerable, pero eso me hace sentir las cosas de un modo diferente a las otras personas. Fuero años increíbles a tu lado, superación tras superación. Después de tí el mundo me enseñó que no me puedo mostrar débil, ya que existen muchas posibilidades de que me hagan daño, pero a estas alturas creo que da igual, porque me sigo sintiendo rota y me ven rota. Me creé varias personalidades: la que le importaba todo una mierda, la radical, la puta ama, la mosquita muerta. Pero ninguna de ellas soy yo, porque la única persona que puede decidir que persona soy eres tú y solo tu, ni mi familia ni mis amigos, tu conociste todas mis facetas, y también reconocerías las personalidades que he creado como armadura para que nadie me hiciese daño, armadura que solo con tu mirada de ojos esmeralda puedes desmontarla, tu sonrisa, tus besos. He pasado durante estos años sin ti cosas que te quedarían roto, y en todas esas ocasiones he pensado en uno de esos abrazos que me curaban cualquier cicatriz que tuviera, daba igual lo profunda que fuese. A tu lado me sentía protegida, amada, respetada, y lo más importante me hacías sentir vulnerable, porque solo tú podías hacerme sentir cosas que nadie me hizo sentir y quizás nadie pueda .
Empezó a los 13, es normal que creciese y pensara cosas que antes no entendía, que empezará a cuestionarme cada puta razón por la que estaba contigo, ¿es amor o dependencia? ¿Me dices esto por mi seguridad o porque te sientes inseguro? Y así cada puñetero día que iba creciendo. Hoy en día todavía no puedo definir esos sentimientos contradictorios y cuestionables, quizás necesitaba vivir más experiencias para darme cuenta de lo mucho que te extraño. Pero esas experiencias solo llegaban a la conclusión de que buscaba tu esencia. Daba igual que chico conociese, daba igual, buscaba tus defectos, tus virtudes y la forma que tenías de mírame. Quizás todo terminó, quizás yo lo terminé, quizás tu lo terminaste, quizás se terminó asecas, o quizás no pudimos dar más. No sé si en verdad terminé la carta no sé si la leerás (aunque piense que no va para tí), o solo es una manera más de desahogo que necesito para no echarte tanto de menos y poder dormir sin remordimientos.