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Malía.

-Dije que me dejes en paz Jack, lo del otro día no volverá a pasar- camino ignorando al idiota que me sigue con una sonrisa burlona.

-¿Lo del otro día? Di las cosas como son, fue un gran y delicioso beso- se burla.

- Me das asco- me detengo enfrentándolo.

- Eso no parecía cuando me besabas de esa manera tan...- hace gestos que terminan con mi paciencia.

- No estaba pensando en ti ¿Okey?- confieso y su sonrisa se borra- No sabía que eras tú, porque de haberlo sabido te habría pateado las bolas- gruño y me doy la vuelta para seguir mi camino pero su mano se aferra a mi muñeca arrastrándome a uno de los salones.

-Oh vamos- me suelta cuando cierra la puerta-¿Me dirás que prefieres a ese raro chico Black antes que a mi?- me mira incrédulo.

-Sin dudas lo prefiero, ahora muévete y déjame salir- intento pasar pero su mirada se endurece caminando a mi.

- Déjame demostrarte que puedo ser mucho mejor que él.

La desesperación me invade cuando comienza a besar mi cuello mientras pasa las manos por mi cuerpo en lo que intento quitarlo.

- Te haré gemir como él no sabe hacerlo-susurra en mi oído mientras sube sus manos por mis muslos.

Las lágrimas se acumulan en mis ojos pero las retengo mientras alzo la pierna con fuerza, golpeando su entrepierna y eviándolo al suelo. Corro a la puerta y salgo, no detengo mi carrera hasta que llego a la salida, ganándome miradas de rareza pero no me importa, sólo quiero estar a salvo. Mi vista nublada por las lágrimas que no dejo caer, el aire comienza a faltarme cuando salgo, mis ojos captan al chico que tira su mochila suelo al verme y corre a mi.

-Malía- toma mi rostro entre sus manos- ¿Qué pasó bonita?- su voz cargada de preocupación.

Su voz, sus ojos, sus manos en mi rostro me hacen sentir segura y lo único que hago es abrazarlo, me aferro a él con todas mis fuerzas. Me abraza y besa mi cabeza, susurrando que estoy a salvo.

-Dime que pasó- se aleja y alza mi mentón con sus dedos.

-Jack- sollozo y él endurece la mirada, se tensa mientras veo como Dereck, quien baja de su auto con el cual acaba de dejar al chico que me sostiene se acerca, tomando la mochila en el camino- Intentó abusar de mi- murmuro bajo y es cuando despierto lo que no sabía que habitaba en él.

-Juro que lo mato- se aleja de mi corriendo dentro del edificio, intento detenerlo pero sólo le hace una seña a Dereck, quien me toma en brazos deteniéndome.

-¡¿Qué haces?!- intento safarme- ¡Se meterá en problemas por mi culpa!- bajo la voz para que solo lo oiga él- No puede hacer esfuerzos, recaerá-digo desesperada.

Pero no afloja el agarre. Me sostiene mientras saca su móvil y marca rápido.

-Lucca- su preocupación en su voz- Jace está en problemas, ven a la escuela- cuelga y me mira- Necesito que te calmes y no te metas en lo que Jace haga, tengo que ir a asegurarme que esté bien y necesito tu ayuda- asiento desesperada.

Corremos en su búsqueda, Jace no sabía en donde se encontraba el idiota pero tampoco tengo dudas en que ya lo haya encontrado, por lo que le indico el camino a su hermano. Dereck intenta abrir pero está asegurada, se oyen los golpes, sus palabras de rabia y los lamentos de Jack.

-Te advertí que no te metieras con ella- otro golpe.

Dereck toma carrera para derribar la puerta, en el momento en el que Lucca se acerca corriendo desde el pasillo de enfrente, viene tan rápido que se le adelanta a Dereck y derriba la puerta de una patada.

ContrarrelojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora