2. Cuenta atrás

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El mundo pareció congelarse unos instantes. Gönül no procesaba lo que acababa de oír. Se puso en pie y corrió hacia Azize, agarrándole de un brazo.

—Abuela, ¿qué está diciendo este hombre? —dijo, casi gritando, con una voz temblorosa y los ojos humedeciéndose lentamente.

—Gönül es la esposa de Miran —respondió Azize, ignorando a la joven.

—Pronto será su viuda, si no aceptas la propuesta.

Hubo silencio durante unos instantes. Gönül miró desesperada a su abuela, pero ella ni siquiera se giró hacia su nieta. Elif también se había acercado a ellas.

—La aceptamos.

Las lágrimas empezaron a fluir desde los ojos de Gönül, que cayó al suelo. Azize rápidamente la agarró por los antebrazos y la obligó a levantarse, dirigiéndole al fin una mirada amenazante.

—Esta misma tarde mandaré a alguien para empezar los preparativos —dijo Nasuh mirando inexpresivamente a Gönül antes de girarse y marcharse.

—¿Qué está ocurriendo? —preguntó Elif extrañada cuando la puerta se cerró tras el recién llegado.

—Abuela, por favor, por favor, no dejes que me lleven con ellos... —Gönül lloraba desconsolada.

Azize, que aún le estaba sujetando, le apretó con fuerza las muñecas hasta que empezaron a doler.

—No vuelvas a llorar delante de los Şadoğlu.

Cuando soltó finalmente a Gönül, la joven se las arregló para mantener el equilibrio y retroceder unos pasos. Elif fue hacia ella y la abrazó a pesar de no estar comprendiendo nada.

—Ya les has oído. Si quieres salvar a Miran, te casarás con ese hombre.

Gönül continuó llorando hasta que bajaron Sultan y Miran. Azize les explicó concisamente la situación, pero fue interrumpida cuando Sultan se acercó hacia ella y la abofeteó. No era algo que se hubiera atrevido a hacer en circunstancias normales, pero en apenas un minuto había pasado a estar sumida en la desesperación. Fue hacia Gönül y la abrazó, resguardando la cabeza de su hija contra su pecho mientras se dirigía a Azize.

—He dado muchas cosas por esta familia. Me pediste a mi hija para Miran y accedí. La condenaste a la desgracia. Pero esto es demasiado. Tendrás que matarme porque viva no conseguirás que entregue a mi única hija a esos hombres.

Miran se llevó la mano a la pistola. En otras circunstancias Gönül se habría sentido feliz al ver cómo la protegía, pero ni siquiera eso podía calmar el dolor que sentía en su alma.

—Mi tía tiene razón. No vamos a darles a Gönül.

—Entonces morirá mi único heredero.

—No. Tiene que haber otra solución. Si su problema es conmigo, lo arreglaremos entre hombres. No tienen por qué involucrarla a ella.

—¿Igual que tú no involucraste a Reyyan cuando tu problema era Hazar Şadoğlu? —interrumpió Sultan, con unos ojos que habrían quemado vivo a Miran si tuvieran esa capacidad.

—¡Silencio! —dijo Azize, y sonrió astutamente—. ¿Por qué no le preguntáis a Gönül que es lo que quiere ella?

Todos se giraron hacia la joven. Sultan acarició su pelo antes de separarse un poco de ella para poder mirarla a la cara.

—No quieres a ese hombre, ¿verdad, cariño?

Gönül miró a su madre, luego a Miran y finalmente a Azize. Tragó saliva y agachó la cabeza.

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⏰ Última actualización: Apr 12, 2022 ⏰

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