Hyung

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Yeosang y San habían sido amigos desde que tenían memoria, ellos literalmente habían visto al otro ser cambiado de pañal y aprendieron a usar el bañito entrenador juntos.

Eran prácticamente hermanos de otra madre.

Y habiendo estado en la vida de San tanto tiempo, Yeosang también había estado ahí cuando a mamá Choi le empezó a crecer una enorme panza.

— Papá y yo te quisimos dar un hermanito, Sannie, podrás jugar con él, enseñarle tus juguetes y serás el mejor hermano mayor — explico con paciencia y amor la señora Choi cuando su hijo preguntó que hacía que su barriga creciera tanto.

— ¡Peo' yo ña' juego con Sangie! ¡Sangie e' mi hemanito! — respondió en su infantil voz el niño de 4 años.

— Bueno, entonces tendrán otro amigo para jugar, solcito, ¿no te gusta la idea?

— ¿Tamien' puene' se' amiguito de Sangie? — preguntó, ahora emocionado, poniendo ambas manitas sobre el creciente vientre de su madre.

– Sí, solcito, Jongho también puede ser amigo de Yeosangie — le sonrió amorosa, peinando los negros cabellos fuera de su carita.

— ¡Ti! — exclamó emocionado, levantando sus bracitos antes de acercarse y dejar un besito en la barriguita de su mami — Te quiedo, Hoho — dijo suavecito antes de correr donde Yeosang a contarle sobre que tendrían un nuevo amigo para jugar a las escondidas.

El día que Choi Jongho nació, Yeosang estaba, para variar, junto a la familia y para evitar complicaciones decidieron llevarlo junto a ellos y llamar a sus padres para que lo buscaran en el hospital.

Así que estaba ahí junto a un muy emocionado San, que constantemente le balbuceaba sobre que sería el mejor hermano mayor y le enseñaría todos sus juguetes y lo acompañaría en sus baños de burbujas como Yeosang lo hizo incontables veces, obviamente incluyendo al pequeño Kang en todos sus planes porque eran los mejor amigos por siempre y para siempre.

Desafortunadamente los señores Kang llegaron antes de que el pequeño Sang pudiera conocer al nuevo miembro de la familia Choi, haciendo que San tuviera una pataleta pidiendo que dejaran al niño quedarse con él para conocer a su nuevo hermanito y no paro hasta que los papás de Yeosang prometieron llevarlo el día siguiente para que viera al pequeño Choi, lo cual pareció funcionar pues con las mejillas rojas y mojadas por las lágrimas, San asintió y al fin se despidió de su mejor amigo.

Jongho era muy pequeño, rojo y llorón, eso fue a la conclusión a la que llegó Yeosang cuando lo vio por primera vez pero no lo dijo porque su mejor amigo se veía tan fascinado ante el recién nacido que supuso que el del problema debía ser él, quien sabe.

Y así pasó el tiempo, con San siempre queriendo ser parte del cuidado de su hermanito menor, alcanzandole cosas como talco y ropa a su mami cuando esta cambiaba al pequeño Jongho.

De más está decir que ni bien Jongho fue lo suficientemente grande para sentarse sólo, San pedía que estuviera presente en todas sus sesiones de juegos con Yeosang, constantemente intentandole explicar cómo jugar o dándole algunos de sus carritos de juguete, riendo enternecido cuando el bebé se los llevaba a la boca.

Yeosang era un poco cauteloso alrededor del infante, con miedo a hacer algo mal y hacer que empiece a llorar fuerte como siempre lo hacía cada que tenia hambre o estaba muy cansado.

Así paso el tiempo, pasaron los años, la amistad de Choi y Kang haciéndose más fuerte a medida que ellos crecían y junto a ellos, el pequeño Jongho también crecía, dejando de ser un llorón y cacheton bebé para ser un niño cacheton.

A los 11, San conoció a Jung Wooyoung en su academia de baile y se lo presentó a Yeosang.

Pronto Wooyoung estaba siendo integrado a su rutina, haciendo que fuera un trío en lugar de un dúo como siempre lo fueron, pero a Yeosang no le molesto, a él le agradaba Wooyoung y no tenía muchos amigos fuera de San así que no podía quejarse.

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⏰ Última actualización: Sep 18 ⏰

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