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🌸¡Saludos lector!🌸
Al habla Kazu, la autora de esta recopilación de one-shots. Aquí encontrarás historias de un capítulo o escenarios con los diferentes personajes de Genshin Impact, basadas en algo o creadas por...
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A la luz de la Luna, caminaba la (c/p) de vuelta a Mondstadt tras haber completado unas misiones. El cansancio la dominaba, y desde luego ir a pie hasta la ciudad desde el Reino de los Lobos sería una tarea aún más agotadora.
Reinaba principalmente el silencio, a excepción del rumor de las hojas meciéndose con el viento o los aullidos de los peculiares habitantes del lugar que sonaban de vez en cuando.
Entonces, una flecha se clavó en el hombro de (T/N), con tal fuerza que cayó al suelo de bruces.
-¿Que haces paseando en solitario? ¿No sabes que las (c/p) valen el triple en el mercado de esclavos?- decía con burla un hombre desde las espaldas de la chica. Parecía ser el que le disparó. -Sus motivos dan igual, la cosa es que por fin la tenemos. Fue una semana larga, pero por fin te tenemos, cariño. Nos vas a dar mucho dinero.- habló un segundo, agachándose a tomarle el rostro a (T/N). La chica le miró con asco, quitando la cabeza y levantándose. Aquel hombre, aun agachado, fue tumbado de una patada a la cabeza. La (c/o) echó a correr rápidamente, mientras el arquero llamaba a sus compañeros para ayudar en la ahora persecución.
Varias personas seguían a la joven, que corría de forma errática por la hemorragia de su hombro y el cansancio causado por el desgaste y la pérdida de sangre.
En un mal paso, cayó por una ladera llena de plantas con espinas, que causaron cortes en todo su cuerpo y solo sirvieron para dificultar aún más su escape.
-No puedo seguir así, a este paso...- decía para sí misma, mirando desesperada a los alrededores. En el fondo, deseaba la aparición de cierto chico que vivía por allí... Sin embargo, las probabilidades de tener un encuentro con él a esas horas eran mínimas. Además, acercar a los bandidos a la manada de Razor traería muchos más problemas que beneficios.
Pedir ayuda no era una opción.
Mientras tenía aquel debate mental, uno de los bandidos logró alcanzarla, poniendo el peso de su cuerpo sobre el de ella para inmovilizarla. -La huida acaba aquí, y tu cara bonita no te va a liberar.- decía él con cuchillo en mano, sonriendo con malicia. Le acercó el cuchillo al cuello con la intención de amenazarla para que colaborase. Esto dio paso a un forcejeo entre ellos, donde (T/N) luchaba por mantener aquel cuchillo alejado de ella. Para su desgracia, el bandido era más fuerte, y la herida de su hombro y los cortes no mejoraban la situación.
Fue entonces cuando un destello morado inundó el lugar, y en un abrir y cerrar de ojos, un joven de cabellos plateados estaba entre el bandido y la chica. -¡Tu no tocar (T/N)!- gruñía Razor, mandoble en mano. Los bandidos retrocedieron ante el portador de visión. -Resulta que no iba sola...- suponía uno de ellos, haciéndole un gesto a los demás para realizar una retirada. El peliblanco iba a correr tras ellos enfurecido, pero fue detenido por (T/N), quien le tomaba de sus ropas con una fuerza casi inexistente. -No volverán...- susurraba aquella, ante la mirada confundida y asustada de Razor. Bajó la mirada, examinando el cuerpo de la fémina, y su confusión se tornó en preocupación en cuestión de segundos. -¡(T/N) herida! ¡Razor ayudar!- exclamó girandose hacia ella y agachandose para quedar cara a cara. Llevó la mano a la flecha, aún enterrada en el hombro de la contraria. Fue interrumpido por ella, que tomaba con firmeza la mano del joven. Razor la miró a los ojos con sorpresa, aunque ella los mantenía cerrados. -Deja al menos que me prepare mentalmente...- Era poco tolerante al dolor, y esa flecha no causaba una herida precisamente leve, lo cual asustaba en demasía a la chica. Al chico lobo se le iluminó la cara al recordar algo. -Lisa decirme que para sacar flecha yo distraerte.- Y así, de un momento a otro, los labios de Razor tocaron los de la (c/p). Mientras, ejerció fuerza en la flecha para arrancarla, y en efecto, la pobre (t/n) no se dio ni cuenta de ello. Cuando se separaron, Razor pudo verla con un sonrojo bastante fuerte que escapaba de su comprensión. -¡¿Acaso Lisa te dijo que me besases!?- exclamó tapandose la cara con sus brazos y mirando a otro lado. -¿Besar? Razor hizo eso porque le gusta (t/n). (t/n) es amable y hermosa, parte de Lupical. Lisa enseñó papeles con dibujos y hacían eso para mostrar amor.- Respondía el joven de nuevo confuso. "Seguramente Lisa le enseñó un cuento a partir de dibujos..." pensaba acompañado de un suspiro la (c/o), tratando de procesar la situación.
-¿(t/n) gusta de Razor?- así interrumpió el chico los pensamientos de ella, sin comprender del todo el significado de aquellas palabras pero si el sentimiento que conllevaban de algun modo, mientras que (t/n) solo pudo volver a sonrojarse antes de responder. -¿Supongo...?-
Una sonrisa abierta mostraba los colmillos afilados de Razor, que tomaba en brazos a (t/n) como si nada. -(t/n) descansar con Lupical. Mañana Razor acompañar (t/n) a ciudad.- explicó corriendo hacia el escondite de su manada, mientras la pobre chica aún procesaba aquel beso, que aunque no lo fuese a admitir por el momento, pensó que fue maravilloso. Sus deseos habían sido escuchados al parecer.
Aquella noche, a punto de acabar tan amargamente, finalizó con un toque más bien dulce.
Quien lo diría, Lisa le dio buenos consejos a Razor al fin y al cabo como buena profesora que era.