así fue como perdí toda cordura...
en sus ojos chocolates, en sus manos cálidas, en su sonrisa pícara y con un toque de burla, con ese sentido del humor negro,
perdía un poquito más la cabeza cada vez que me me besaba, miraba o tocaba, cuando me hablaba o solo quedábamos en silencio.
Fue difícil imaginar esto en un principio, pero ahora, es imposible considerar que esto acabe y el solo pensar que podría llegar el fin de está historia de amor me duele el corazón.
Porque entro en mí, mí vida, mí alma, se colo bajo mí piel y me encanta, es embriagador, una experiencia inexplicable...
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Él
RomanceNo es una novela, tampoco un cuento, son las palabras que salen desde un corazón enamorado pero herido.