No te puedes enamorar Parte 1

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La luz me segó por unos minutos, después pude oír los pasos del chico hacia donde yo estaba, luego mareos y por ultimo todo negro.

Ya era de mañana, mi alarma sonó como siempre pero al despertarme pude notar que alguien se hallaba justo sentado al lado de la cama recostando su cabeza en esta.

-¿Quién es?- Quien era ese chico, yo no lo sabía pues llevaba una gorra negra puesta, me arme de valor y estire mi brazo hasta poder alcanzar la gorra y quitársela cuidando que no se vaya a despertar. Sentí como justo antes de poder sacársela por completo su mano agarro mi muñeca y la aparto con delicadeza de la gorra y alzo la mirada, si era él, era Ji Min.

-Buenos días-

- P-pero él que hace aquí- Mantuve la cordura y lógica hasta el último segundo.

-¿Me podrías decir por qué te encuentras en uno de los edificios de habitación para chicas? O aún mejor ¿en mi habitación? se acomodó, se veía dispuesto a contarme todo lo que quería saber.

-Es una historia algo aburrida, estaba tranquilo después de que salí de clases, mi hyung tenía un taller extra así que me fui al estadio ya que me estaba muriendo del aburrimiento solo en mi cuarto y sin darme cuenta me quede dormido sobre las escaleras. Cuando me desperté saque rápidamente mi celular para darme cuenta que ya había pasado el toque de queda y la directora estaba rondando la zona así que era muy peligroso ir hasta el edificio donde queda mi dormitorio, porque ya sabrás que a los alumnos que los pillan fuera de su edificio en el toque de queda sin tener el permiso de algún mayor los hacen barrer el gimnasio durante un mes o les dan tarea extra-seguía diciendo por qué no podía irse, lo entendía, ¿Quién quisiera tarea de más? Porque al menos yo no

-¿Por qué mi habitación?- Después de pensarlo mucho esa era la pregunta con más lógica en estos momentos.

-porque era la única con la luz apagada así que deduce que nadie estaba aquí- se encogió de hombros restándole importancia.

-¿Cabe esa pregunta en todo esto? ¿Dónde más puedo haber estado a parte de mi habitación?- no grite pero tampoco hable con normalidad.

-Creía que la dueña de este cuarto estaba, no sé, en alguna fiesta… con sus amigas… ¿Qué se yo?- Me entristecí un poco, lo cual él noto.

-¿Amigas? La única amiga que tengo está a kilómetros de aquí, ¿Fiestas? Nunca he asistido a una- Lo mire a los ojos ahora con seriedad- estoy siendo muy buena con él, se lo prometí a Amber y me lo prometí a mí misma -La entrevista a acabado por hoy, te pido que te vayas de mi cuarto-

Él asintió y salió por la misma ventana por la que horas antes había ingresado sin antes regalarme una de sus radiantes sonrisas que movió algo muy dentro de mí.

Me aliste, quería despejarme y olvidarme de esa sensación rara y a la vez confortante que Ji Min me brindaba cuando estaba cerca mío, me puse una blusa marrón, mi jean crema, mis tacones del mismo color y por ultimo mi boina marrón, la que Amber me había regalado hace dos años para navidad, una de mis épocas favoritas, y empecé a aplastármela en mi cabeza, hay manías que no pueden cambiarse. Empecé a recorrer el inmenso parque que adornaba los edificios, tome un camino muy colorido, vi claveles por doquier, blancos, rosas, rojos hasta puedo jurar que también morados y azules. Hasta que llegue a la pileta central en la cual me senté, parecía antigua, era estilo neoclásico griego, como lo sabía, Ren es decorador tanto de interiores como de exteriores, y viviendo con sus caóticas historias de como los clientes se confundían en los nombres, hubiera sido un pecado no haber aprendido.

-¿Qué hace por aquí una avecita cantora? - a mi derecha pude encontrar a tres de mis compañeras de salón junto a Jessi… Jessa… ¡Jessica! - creo que las gemelas eran pintoras y la otra escritora si es que no me falla la memoria-

-Que patética y deprimente, una ave cantora sin amigos- las demás respondieron riéndose, me limite a ignorarlas, pararme y alejarme.

-Oye ave cantora ¿nos estas ignorando?- Jessica se atravesó en mi camino mientras las gemelas me sujetaron de mis dos brazos y la cuarta se cuadraba justo atrás mío.

-Pobre avecita solitaria ¿no Katia?-

-Si Anya- Una a una me iban lazando insultos uno tras otro, mas no me golpeaban. Esto me recordaba cómo era mi vida antes, cuando en ella estaba mi madrastra, cuando me insultaba a mí, cuando insultaba a mi hermana que en ese entonces era un pequeña bebé que yo cargaba y cuidaba como si fuera mi tesoro, cuando insultaba a Ren y lo golpeaba…

-¿Me podrían soltar? Quiero ir a dar una vuelta- dije tranquila, lo cual no creo que les haya echo gracia.

-¿Cómo? ¿Te atreves a ignorarnos? ¿Quién te crees? Todavía no me olvido lo grosera y altanera que fuiste conmigo y con mi hermano, me sorprende la gran valentía que puedes llegar a tener– la teñida estaba por darme un cachetada cuando una sombra la detuvo.

-¿No creen que es un poco inhumano golpear a una compañera? Y ¿aún más cuando es un cuatro contra una?- al alzar la vista pude distinguir dos sombras, una era de Ji Min y la otra era de una chica un poco más alta que el anterior con cabello hasta la cintura color marrón, ojos celestes un poco morena y tenía una banda en su hombro derecho, señal indiscutible del gran consejo escolar.

~Sofiaunnie~

[PAUSADA] Su sonrisa, la más bella (BTS Jimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora