Gamers

867 95 12
                                    

¿Cuánto tiempo paso desde que le dirigió la última mirada? ¿Una hora?, pensaba el azabache, acostado boca abajo en la cama de su novio y ver a este jugar su videojuego sin parar, sin dirigirle la ni mirada ni preguntarle su día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Cuánto tiempo paso desde que le dirigió la última mirada? ¿Una hora?, pensaba el azabache, acostado boca abajo en la cama de su novio y ver a este jugar su videojuego sin parar, sin dirigirle la ni mirada ni preguntarle su día.

No había caso, no importaba cuantas veces lo llamaba, cuantas veces tiraba de su camisa, no le daba la atención que él quería. Con su universidad y sus trabajos era un milagro que al menos dos veces a la semana podía ir a la casa de su novio y que este le prestara más atención a su videojuego que a él, era la tercera vez y su paciencia fue colmada.

Sentándose en la cama listo para ponerse sus zapatos, su mochila con sus cosas ya guardadas, listo para irse de la casa de novio, se rindió, se cansó de perseguirlo. Se puso su mochila en su hombro yendo a la puerta de la habitación del castaño, no hasta que una mano lo tiro, cayendo en el regazo de su novio quien aún tenía la mirada fija en su juego. Su mochila cayó a alguna parte de la habitación.

Su espalda quedó contra el pecho de su pareja y frente daba al juego de guerra, estaba espectando la historia dramática que sufrió el protagonista. no hasta que, la traviesa mano de su pareja comenzó acariciar su muslo y con su ronca voz le pregunto a su delicada oreja.

— ¿Te ibas tan temprano? - le preguntó, dejando cortos besos en la oreja de su chico, quien se removió inquieto en su regazo por las sensaciones que sus acciones causaban en su cuerpo.

— Es la tercera vez en la semana que vengo a tu casa y tú me ignoras, podría utilizar ese tiempo perdido en terminar mis trabajos pendientes.

— Así que eso es, perdóname mi amor, ahora estas sobre mí así que disfruta un poco.

— No quiero que juegues ya eso, quiero que hables frente a frente, quiero esa atención, no solo estar juntos físicamente.

— Algunas veces eres tan bonito Levi, me encantas tanto que creo imposible que eres mi pareja, ¿sabes?, mi videojuego es para mayores de dieciochos años por muchas razones, robos, asaltos y otras cosas pero ayer, el protagonista se follo a su pareja contra su escritorio sin dejar de hacer su trabajo, y sabes mi amor, me queda un capítulo para terminar este juego - le respondió, moviendo su pelvis creando una fricción totalmente intima entre ambos.

Su creciente erección era apresada por su ropa y el estar constantemente frotándose contra el culo gordo de su chico lo hizo jadeo ronco en su oreja, haciendo suspirar a su azabache quien se volteó y atrapo fuertemente sus labios. Fuerte, salvaje, sus dientes chocaban y su saliva escurría de sus bocas, humedeciendo sus cuellos. Sus rostro sonrojados cual tomate y la desesperación apoderándose de sus cuerpos, sus respiraciones agitadas y jadeos enojados del azabache por querer deshacerse su ropa rápidamente, bajando sus pantalones quedando en ropa interior y la fuerte mano de su pareja golpear sus gruesos muslos, antes de romperle la poca ropa que cubría su cuerpo.

Su rostro se apoyó en el escritorio de su novio, sentía como su culo era alzado, amasado, apretado y mordido por las manos de su castaño, quien se dejó caer completamente rendido ante las exquisitas sensaciones de su cuerpo en su silla, con una de sus manos cubierta con su saliva explorando el interior de su chico, quien posaba su nublada vista en el protagonista que esperaba quieto a que el dueño moviera el mando mientras tiraba sus caderas hacía atrás, buscando más placer encontrándose con los dedos largos de su pareja embistiéndolo y abriéndolo solo para él. 

Gamers  °Ereri°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora