Perdida, perdida en un laberinto sin salida, voy corriendo, buscando en cada rincón una salida, ¡quiero salir!, tropecé con una piedra, miré hacia arriba y vi a un señor con cara de reloj y con cuerpo de calendario, me preguntó: -"¿Quién eres tú?" -Lo miro ceñuda, con mira indescifrable, le contesté- "No sé quien rayos soy, estoy perdida", el señor extraño me contesto: "¿Deseas saber quién soy?"- Confundida, le respondí- "Sí, por supuesto", -Su expresión cambia y ahora parece divertida-, me dice-: "¿Estás completamente segura que eso es lo que realmente deseas?, -Pongo los ojos como plato, le respondo:-"Lo que más deseó es salir de este laberinto, estoy perdida, confundida, aterrada, lo único que quiero es salir", -Lo observo detenidamente, y él señor extraño me observa impasible-. Me pregunta:-¿Estás segura de que quieres salir de este hermoso laberinto?- Lo miro expectante, le respondo-:"Sí, estoy completamente segura"-. Él ladea la cabeza de un lado hacia otro. Me responde. -"El laberinto no es exactamente terrible como lo piensas, las cosas reflejan el interior de tú alma, si tú sientes miedo, lógicamente verás las cosas con miedo, y por lo que veo hay mucho miedo en ti misma, pero sobre todo dolor en tú vida, y en el fondo de tú corazón, lloras por un chico que no te quiere y que sólo te utiliza, te habla sólo cuando necesita algo, o incluso cuando se siente aburrido y sin nada que hacer, y lo que tú haces es caer de nuevo rendida a sus pies, lo que tú haces no es amor, a eso le llamaría yo HUMILLACIÓN, no lo quieres amar, tú le quieres lamer los pies, y eso no esta bien, sé muy bien quien eres, te eh seguido todo este TIEMPO, y eh pasado la mayor parte de tú vida a tú lado, en todo MOMENTO, en toda HORA y en todo LUGAR. Eh visto lo que haz hecho mal y lo que haz hecho bien, eh visto cada lágrima que haz derramado, cada dolor que haz sentido, y mi trabajo ayudarte a superar todo lo que te daña, yo me encargo de enviar personas a tú vida, algunas se quedarán contigo y otras no." -Lo miro sorprendida, estoy completamente anonadada, mis ojos se tornan rojos, estoy apunto de consumirme en el llanto, no sé que decirle, sus palabras son tan ciertas que se me parte el corazón, ahora creo en lo que veo, lo que está frente a mis ojos es el Señor Tiempo.
