Cheveu.

Unica parte.

Estaba nervioso.

No sabe cuándo fue que su cabello creció tanto, al punto de que le llegaba debajo de los hombros, pero lo que sí sabe es que Harry estaba enamorado de su cabello, siempre pasaba sus largos dedos en sus hebras, miraba con adoración como las gotas de agua bajaban por su largo cabello a sus clavículas para lentamente bajar a su pancita y posarse en su ombligo.

Por eso mismo ahora estaba nervioso, hace mucho vio a un chico, con un corte de pelo hermoso que lo dejó hipnotizado, pensó que ahora que tenía el cabello lo suficientemente largo podría hacerlo, pero tenía miedo que le quedara mal.

Lo pensó mucho, fueron días de dar vueltas en la cama buscando el dichoso corte hasta que lo encontró en un video de tiktok, (no lo juzguen habían videos buenos en esa aplicación, solo que nadie se tenía que enterar de ello).

Así que sin pensarlo más, tomó su mascarilla, las llaves del auto y se encamino al salón más cercano que encontró.

Y ahí estaba con los ojos cerrados fuertemente no queriendo ver su hermoso cabello largo ser cortado, no queriendo escuchar las tijeras hacerle daño a su lindo cabello.

Sabia que no podía ser tan malo, después de todo solo era un corte, uno al que no estaba acostumbrado y que capaz terminaba arruinando toda su cara y después le iban a hacer memes y se iba a encerrar en su casa y nunca más salir, Harry se enojaria con el por arruinar su lindo cabello y-

Sintió un golpecito en el hombro y supo que era el hombre que le estaba cortando el cabello.

Sus manos temblaban y sus labios estaban rojos de tanto morderlos. Sentía que su corazón se iba a salir de los nervios, el dramas le decían.

—Bien, Louis termine, ¿Quieres verte?— Preguntó dulcemente el chico.

—C-claro. —Su voz salió temblorosa y muy aguda, se aclaró la garganta al sentir al tipo detrás de él reirse un poco.

Sintió como la silla se movió, lentamente abrió sus enormes ojos, levantando sus largas pestañas, dejando que sus zafiros vieron su reflejo en el espejo.

Sus ojos recorrieron cada parte de su cara, viendo cada capa de cabello caer mágicamente como un velo arriba de sus ojos y bajando como cascada, quedó maravillado con la manera en la que sus pómulos resaltan y su mandíbula se veía más definida, su cabello hacía que sus ojos resaltaran y que sus labios se vieran más gordos.

Sus dulces rasgos lucían más con ese nuevo corte y no podía estar más feliz.

Lentamente una gran sonrisa se posó en sus delgados labios, haciendo que sus pequeños dientecitos relucieran con la luz.

—Y-yo... me veo hermoso —Susurro a su reflejo, llevó sus manos a su flequillo tomando las hebras entre sus dedos y echándolo hacia atrás viendo como caía a su forma original con una pequeña onda que lo hacía ver precioso. —Muchas gracias.— Tomó la mano del hombre y se dirigió a la caja a pagar la obra de arte que traía hecha.

Salió del local viendo a ambos lados para asegurarse que no hubiera ni una fan que pudiera ver su cabello antes de dar el mismo la sorpresa, primero a Harry y luego al mundo.

Se colocó el gorrito, la parte más corta hacia atrás haciendo que no se notara que se corto el pelo, entró a su auto yendo a su casa, donde era probable que Harry estuviera esperándolo.