Era de mañana cuando una pequeña ovejita abría sus brillantes ojos al mundo una vez más. Luo Binghe había saltado emocionado de la cama cuando descubrió que día ya había llegado, el día era hoy.
- ¡Es hoy, es hoy!
Era la primera vez que Luo Binghe participaría en ésta extraña costumbre y lo cierto es que decir que estaba emocionado era poco, tanto el frío como el hecho que apenas acababa de despertar no impidieron que corriera hacía el escritorio donde recidia la caja que había creado con tanto esmero. Binghe no había ingresado hacía mucho, contando los meses ,quizás fueron uno o dos meses atrás que el llegó al orfanato Qing Jing, por lo que en aquella habitación ambientada para abarcar a más de seis niños no había otra persona más que él. Binghe aún no había hecho amigos ,por ello había esperado éste día con tanto entusiasmo.
Las cosas no siempre eran fáciles con él, lograr encajar aveces era tan difícil. Pero el otro día, cuando el maestro hizo mensión sobre aquella costumbre en el Orfanato, silenciosamente Binghe se sintió emocionado
Él nunca ha poseído familia, creció en las calles frías ,pasó hambre y la mayoría del tiempo el techo que lo cubría no era más que simples cartones. Aquel día cuando la cuidadora social llegó y lo vió con tanta tristeza, Binghe no entendía cuál era su condición verdadera, solo después de llegar a ese lugar descubrió que el lecho no siempre debía ser duro y frío, que la comida sabía mejor de lo que imaginaba ,que sus pequeñas manitas debian estar limpias al igual que su redondeado rostro ,y su cabello también debería estar peinado. Binghe no conocía qué eran los zapatos y la mayoría del tiempo le molestaba usarlos. Un pequeño cachorro sucio abandonado y recogido de las calles
Binghe aún no entendía el significado de las risas ,las palabras y las burlas, cuando un niño lo señalara y riera, él también reiría alegre.
Es lo bueno de la ignorancia, Binghe aún no entendía lo poco apreciado que era en aquel lugar, y aunque lo sabría pronto ,nada de eso importó a éste pequeño loto blanco quién se aferró a seguir soñando.
Ese día cuando Luo Binghe intentó dar sus sueños y sonrisas en el interior de una cajita ,nadie lo aceptó ,todos negaron y se rieron ,lo empujaron y lo exiliaron al fondo del salón en donde una vez más había quedado en completa soledad. De pié abrazando su pequeña cajita ,Luo Binghe viendo a los demás ser felices ,por primera vez experimentó la sensación de sentirse tan fuera de lugar.
Pensó, no importa la calidez que cedía aquellas estufas, afuera nevaba y el nunca en su vida sintió tanto frío.
Toda la alegría de aquella mañana, todo el tiempo invertido en crear esa absurda caja , Binghe se retiró en silencio a su inmensa y solitaria habitación, dejó la pequeña caja aún lado y ocupó asiento en los bordes del inmenso ventanal.
Ya de noche, nadie fue a buscarlo, un pequeño niño quedó dormido en el apogeo del inmenso frío, abrazado a sus piernas ,con rastros de lágrimas resecas en sus pálidas mejillas y un susurro entre sueños que desgarraba el corazón.
- No me gusta aquí, Binghe está triste, nadie me quiere aquí.
Al principio fue difícil entender que no encajaría en ningún lugar jamás, poco a poco, día tras día, el corazón de la pequeña ovejita se fue quebrando, dando paso a la obscuridad, a la nada.
Esa tierna ovejita dejó de esperar que el mundo girara a verlo, al contrario se conformó con ser nada a los ojos de todos.
Finalmente pensó ¿Cuál era la diferencia entre las calles y éste lugar? Allí tampoco era nada y también todo el mundo fingía no verlo. En realidad el pensaba que lo único verdaderamente hermoso serían la nieve, las flores, la lluvia ,el sol. Para éste niño que no aprendió a valorar lo material, vivir en comodidad vivir en las calles, era simplemente lo mismo.

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De Cajitas y sonrisas (Bingqiu-Oneshot)
RomanceExistía una rara costumbre en el Orfanato Qing Jing ,cada doce de diciembre cada niño recogería una cajita en el que depositaría todas sus sonrisas ,después intercambiarán cajas con su persona más especial. [ Bingqiu - Oneshot]