Un corazón que ya no sirve para amar.

La cálida agua alcanza mis pies descalzos, cansados, lastimados… La brisa sopla suavemente sobre mi rostro, y aun así la siento como si fueran golpes fuertes azotando contra mi piel.

Dime Eren, ¿El mar es como lo imaginabas? Porque para mí si lo es, grande, azul, a veces calmado y a veces violento… me recuerda mucho a ti, no importa cuanto haya uno construido con la arena, las olas salvajes llegan y lo destruyen todo, se van, y regresan para dejar aún más catástrofe, tal como hiciste tú con mi corazón. Quizás hubiera sido mejor reparar mi corazón solo, pero no pude evitar enamorarme de ti. Siempre fuiste mi mejor amigo, el que siempre estuvo ahí junto a mí, incluso cuando pasó aquel incidente con Jean, y con la señorita Hanji… Si… yo no pude evitar enamorarme de ti, tú tuviste la culpa por siempre tratarme de una manera tan especial y linda, tú tienes la culpa de que ahora esté sufriendo, y mi corazón esté hecho añicos…

Sin quererlo una lágrima sale de mis orbes azules, y la sonrisa que en mis labios se había posado al recordarte, es sustituida por una mueca bastante notable de dolor. ¿Pero cómo no voy a llorar, si he sido el único que ha podido llegar hasta aquí? Me prometiste que miraríamos el océano juntos, que correríamos por la arena descalzos y nos besaríamos al llegar el atardecer… Me prometiste… estar juntos siempre, y sin embargo, ahora no sé a dónde te has ido, ni cuando podré volverte a ver…

Estoy cansado, así que decido sentarme en la fría arena que acaricia suavemente las corrientes del mar, el tiempo va pasando muy lento y no me preocupa estar fuera de los muros, pues gracias a Levi, a Erwin, a Hanji, a Mikasa, a Jean; a ti… la humanidad puede salir, y no teme de ser comidos por un titán de nuevo, Diste tu vida por todos nosotros… pero a la vez me has arrebatado la mía.

Otra lágrima cae rodando por mis mejillas, provocando que muchas otras comiencen a caer por mis dos ojos, recuerdo que me decías que siempre parecía que iba a llorar por el brillo que habitualmente tenía en ellos, y por lo mismo te preocupabas cuando me mirabas, por el tiempo difícil que pasamos y mi “débil” personalidad, pues así era yo a tus ojos… De mi cuello tomo una cadena y observo el único recuerdo que me dejaste de ti, la llave de tu sótano. Es imposible no quebrarme al ver dicha pertenencia tuya. ¿Recuerdas todo lo que pasamos para lograr llegar a tu antigua casa? Fue un camino difícil, el Sargento Levi se desesperaba mucho porque no lográbamos encontrar la casa de entre los escombros, y fue aún más difícil retirar las rocas y ladrillos de la entrada para al fin descubrir lo que Grisha no había dejado, con eso fueron solo suficientes 5 años más para poder exterminar por completo a los monstros.. Sin embargo, las personas dentro de los muros estaban aún cegadas por el miedo, y decidieron ejecutar a cualquiera que hubiese sido en algún momento una amenaza de la humanidad…

Dime Eren, ¿Por qué el cielo ha comenzado a llorar conmigo? ¿Es porque le duele tanto tu pérdida como a mí; o es porque desde el paraíso estás llorando conmigo? Las finas gotas de lluvia recorren toda mi piel y se entremezclan con mis lágrimas, así como tus manos alguna vez se adueñaron de mi cuerpo, ¿Recuerdas cómo fue nuestra primera vez? Aquella noche sentí que realmente podía alcanzar el cielo, en la habitación solo se escuchaba el sonido de nuestros cuerpos fusionarse en uno solo, el olor a sexo era tan potente que mi cabeza daba vueltas… si... esa noche fue una de las mejores de nuestras vidas, es un recuerdo tan vivo que casi puedo sentir tu respiración en mi cuello y el palpitar de mi cuerpo.

Una pequeña risa de dolor escapa de mis labios, esperando que los acallaras con tu dedo, aquel que siempre oprimía mi boca cuando intentaba llorar… pero ese dedo jamás llegó a mis labios, y tus besos no han vuelto a hacer posesión de los míos… no desde hace tan poco, y a mí ya me parece una eternidad.

¿Sabes? Si estar vivo significa no poder verte y morir significa que podré pasar mi eternidad junto a ti; prefiero mil veces la muerte que seguir con este corazón palpitante, pues a cada bombeo de sangre que alcanza mis venas, es otra apuñalada que siento, aquí, en mi pecho… agonizando lentamente con un corazón que ya no sirve para amar, pues todo el amor que tenía, te lo he entregado en vida...