5._

392 49 7
                                    

Ya habían pasado varios meses después de lo ocurrido, zenitsu la mayor parte de los días se la pasaba mirando por las ventanas de la finca, mirando el mundo que tanto miedo le había dado desde su jaula de desolación.

¿Porque no salía aún? Ya se sentía bien, supuso que ya podría caminar, se paro de la cama y camino hasta dejar de agarrarse de algún soporte, en ese momento se cayó y rodó como una pelota.

¿Que había Sido eso? ¿Padichoclorobenzen? Giyuu detuvo su rodar y le pregunto.

Giyuu- ¿Estás bien?

El rubio se sonrojo al ver la mirada de el peliazul y se quedó callado unos momentos, el mayor suspiro.

Giyuu- ¿Te caiste, verdad? Vuelve a la cama.- ¿Caiste? Que palabra más extraña...creo que paradichlorobenzene estaba mucho mejor.

Zenitsu-¿Giyuu-san? ¿Cuando podré salir de aquí? - hablo curiosidad el pequeño omega

Giyuu: cuando descubramos porque estuviste atrapado ahí, y cuando todas tus heridas sanen.- hablo con indiferencia el alfa.

El rubio se dió cuenta de que el peliazul lo estaba cargando como si fuera una princesa, eso lo hizo sonrojar bastante, parecía un tomate maduro.

Giyuu- ¿Tienes fiebre? ¿Te llegó el celo?

Al parecer giyuu confundió su sonrojo con fiebre, cosa que, hizo hacer sonrojar al rubio más de lo que ya estaba, hecho la mirada a otro lado algo avergonzado.

Zenitsu- N-No...- hablo entrecortado.

Giyuu- ¿Quieres que te traiga un libro?- pregunto el azabache mirando a el chico mientras lo dejaba en una silla de la habitación.

Estaban en una pequeña sala, una mesa gigante de madera en el centro de la habitación, unos cuantos pedazos de madera gigantes con algunas cosas de colores monótonos en ellos y unas cuantas sillas.

Zenitsu pensó que era comida, pues también considero que era paradichoclorobenzen, pero lo descarto por lo que giyuu había dicho antes.

Zenitsu- ¡Si!- hablo con emoción el chico, segundos después vio como aquel azabache dejaba una cosa rara enfrente de el.

Estaba realmente confundido, tocó el objeto con cautela, el alfa lo miro confundido, y abrió el libro, cosa que asustó un poco al rubio, vio que había unas cosas negras, no sabía que era.

Zenitsu- ¿Que es esto? — pregunto dudoso el chico mientras pasaba páginas.

Giyuu- un libro, es para leer.- contesto el alfa mientras movía su dedo índice por algunas páginas de el libro.

Zenitsu- ¿Y se come?- el pequeño Omega cargo el objeto mirando abajo de este.

Giyuu- ¿No sabes leer? - cuestionó el ojiazul

Zenitsu- que es leer? - el rubio ladeó la cabeza confundido.

±una explicacion más tarde±

Zenitsu- ¡Oh! Eso tiene más sentido...¿Te suena el idioma lucifenia? - cuestionó mientras sus ojos brillaban de la emoción.

Giyuu- ¿El País que entró en guerra hace unos años por la princesa que intentando conseguir que el amor de su vida le amara mando a matar a la princesa y futura eredera al trono solo para que al final la terminarán matando por asesinar a un miembro de la realeza?- cuestionó - la verdad no conocía el idioma.

Zenitsu- eso...no había pasado cuando yo era menor....- hablo melancólico, recordando cuando jugaba con algunos niños en aquel país.

±dias más tarde±

El chico rubio se levantó como de costumbre, vio un vaso con medicina y lo tomo gustoso, el sabor le gustaba, dejó el vaso en la mesa e hizo el intento de caminar, apenas podía hacerlo, sus piernas habían sufrido algunas fracturas hace unos días antes ya que mientras jugaba con giyuu resbaló por una montaña.

Vio a aquel hombre de nombre tanjiro pasar cerca de la habitación, todavía tenía curiosidad, había oído una conversación sobre una hermana demonio y que estaba muy feliz que que volviera a la humanidad, eso lo dejo muy confundido.
Miro a giyuu y hizo el esfuerzo de correr hacia el, llamando su nombre.

paradichlorobenzeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora