Fin de semana abrumador, caótico y de locos, pero buen fin de semana

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-- ¿Quieres que te pase mi chaqueta?--

No dije nada, solo mire a un punto fijo.
¿Qué era lo que estaba mirando? ¿El árbol sin hojas? ¿el perro cagando?¿esa nube deforme? ¿Nada?
No recuerdo.

Pasó su mano frente a mi cara, haciendo que vuelva a la realidad.

-- ¿Estás bien?-- dijo parado frente a mi -- te voy a preguntar de nuevo, ¿Te paso mi chaqueta?--

Por alguna extraña razón tuve muchas ganas de gritarle, ni lo conocía, no quería hacerlo, estaba intentando ayudarme.

Pero no me contuve.

-- ¡QUE MIERDA QUIERES, SI NO RESPONDO ES PORQUE NO QUIERO NADA TUYO. DÉJAME EN PAZ DE UNA VEZ MALDITA SEA! ¡RIDÍCULO!.-- ¿Qué me pasa?

Abrió los ojos y apretó la mandíbula

Quedamos en silencio por un momento y después habló.

-- Mira, primero que nada, vine a ayudarte, te ves de la mierda ¿Que querías que hiciera? ¿Dejarte ahí toda mojada?. Segundo, la ridícula eres tú ¿Qué te pasa? Si tuviste un día de mierda no te desquites conmigo.--

No dije nada, solo levanté mi mano para tomar la chaqueta que me estaba ofreciendo este sujeto, me la puse encima y llore, como tuve que hacerlo hace más de 10 minutos.

Y cuando pensé que podría ser peor, al tipo este se le ocurrió abrazarme. Si, la lluvia era poco comparada con mi llanto en estos momentos. Bueno, ni tanto, para que exagerar.

-- discúlpame por decirte ridícula.--
Reí
-- No pasa nada, tienes razón.--

Silencio

-- Bueno, muchas gracias por hacerme compañía, pero sería mejor idea que valla a mi casa a cambiarme, o me espera una neumonía. Perdón por gritarte, pero debo admitir que fue… ¿Liberador?, Bueno, como sea. Adiós.--

Le devolví la chaqueta, me di la vuelta y seguí mi camino.

-- espera.-- gritó corriendo detrás mío.
Cuando me alcanzó estiró la mano para entregarme mi monedero de rana.
-- ten, lo dejaste tirado.--
-- gracias, de nuevo.--

Un silencio incómodo y una respiración agitada inundó el ambiente.

Hasta que hablo.
-- No me dijiste tu nombre.-- me dijo

-- ¿para que lo quieres? Es probable que nunca más nos volveremos a ver, eso espero.-- dije

-- Bueno, como sea.-- me estrechó la mano y la acepté.-- un gusto, no tan gustoso por haberla conocido en estas circunstancias. Soy Félix.--

-- Hera, un gusto igualmente.--

Me di la vuelta, caminé unas cuadras y llegué a mi casa.

¿Qué cómo llegué a esa situación?

Bueno, me mudé a esa ciudad para avanzar en mis estudios, en el pueblo del que vengo no estaba lo que yo quería estudiar, así que no me quedo de otra que irme

A pesar de estar solo dos meses ya conocía bastante el lugar, cuando llegué me tomé el tiempo de conocer el lugar, así que ya no tenía problemas con eso.

Hace un mes comencé mis clases, y he de decir que no fue nada fácil.
Primero, tengo que confirmar que me deje llevar por el estrés, la frustración y un corazón roto no ayudó a la situación, el tipo me encontró en mi peor momento.
Pero bueno, debería pedir una hora al psicólogo.

-

Al llegar a la casa, solo fui a ducharme y a dormir, por suerte era fin de semana.
Eros, mi gato me fue a saludar y hacerme recordar que su plato estaba vacío
Me levanté. Gato maldito me tiene totalmente dominada.
-- ¿Cómo está el gato mas bello del mundo?-- le dije al gato mientras comía y le hacía cariño en su cabeza.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2021 ⏰

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