Satiriasis:
La obsesión maniaca hacía el sexo o cualquier estimulación sexual que tiene el género masculino.
O
Dónde para combatir esa gran adicción, Louis decide invocar a una sexy mujer súcubo, no esperaba invocar a un incubo.
Adaptación.
Autor(a...
Capitulo 2 "No me toques, soy hetero" __________________________________
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El libro estaba en chino pero el podía leerlo, dejó de pensar que aquel asiático era solo un estafador y empezaba a creerle. Así que apenas llegó a su departamento; directo a su habitación cerrando ventanas, cortinas y abriendo el libro, no sin antes pedir:
"Que sea rubia de ojos verdes o una morena con enormes pechos, o tal vez una pelirroja, no importa con tal de que sea bonita"
Pronunció en voz alta las palabras y espero un poco, aproximadamente 20 minutos y aún no aparecía su sexy súcubo.
"MALDITO CHINO ESTAFADOR"
Después de decir las mismas palabras una segunda vez, del piso comenzó a brotar un liquido espeso color negro, asustado se colocó encima de la cama.
"¡Mierda, mierda! ¿y si me voy al infierno?"
La figura de una persona broto del suelo, cuando el liquido negro descendió por el cuerpo pudo verla mejor.
No tenia pechos grandes ni era como lo imaginaba, pero era sexy como el infierno. Piel cual porcelana, ojos penetrantes color esmeralda, su cabello rizado y largo hasta los hombros; vistiendo una túnica musulmana francesa color negro translucido, con orejas un poco puntiagudas sin contar que tenia una cola color negro y en el extremo una punta.
Ambos al verse pronunciaron las mismas palabras:"¿Un hombre? ¿Por qué un hombre?"
"Hey! no te confundas no soy un puto homosexual, pensé que serias una sensual chica"dijo el castaño.
"Créeme que el más decepcionado aquí soy yo" El incubo se sentó en el borde de la cama junto al chico. "Ha pasado más de un milenio... con esta hambre me comería lo que fuera"
El castaño al principio no entendió pero cuando vio que aquel ser extraño se acercaba a sus labios, lo aparto.
"¡Marica de mierda! Si tratas de tocarme te rompo la cara"
Había practicado boxeo desde que tenía 6 años, experto en peleas callejeras y con pequeñas tendencias violentas. Quería romperle la cara, pero aunque fuera el humano más fuerte del mundo más fuerte del mundo era imposible ganarle a un demonio.
Sin moverse, paralizado como si su cuerpo estuviera muerto, solo pudo ver al extraño ser frente a él mirándolo como si fuera su cena, mejor dicho lo era.
"Primera vez que lo hago con un humano macho, me pregunto..." acarició sus labios con los dedos. "¿Sabrás igual?"
Tomando el mentón del castaño unió sus labios con los suyos.
