Wonsik es un estudiante del último semestre de composición musical, una tarde que busca inspiración para una de sus tareas la encuentra en el anónimo estudiante de cabello largo al que ve a través de la ventana de la biblioteca.
¿Qué oculta aquel ch...
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Wonsik fue fiel a su palabra, durante la siguiente hora y media que estuvieron en el edificio de estudio no dijo ninguna palabra ni hizo mayor ruido. Se colocó de nuevo los auriculares antes de ponerse a escribir.
El poder hablar con su musa le daba nueva inspiración y ya estaba comenzando a trazar las notas de su siguiente canción. Además, estaba pensando en pedir la colaboración del nuevo chico tatuado de primer año, ya que sus amigos habían dicho que era tierno podría hacer una buena pareja de trabajo con él.
Estaba tan concentrado que apenas se dio cuenta del momento en el que Taekwoon cerró el libro y comenzó a guardar sus cosas.
—¿Iremos por el café ahora, Taek-shi? —preguntó, como un niño pequeño.
—De acuerdo —aceptó Taekwoon en voz baja y luego de un suspiro.
Wonsik volvió a esbozar su gran sonrisa para luego apresurarse a guardar sus cosas sin mucho cuidado en la mochila. Ambos salieron de la biblioteca sin mediar mayor palabra, Wonsik por los nervios y la emoción, y Taekwoon por la timidez.
Una vez que llegaron a la cafetería Wonsik señaló una mesita apartada en la parte al aire libre.
—Ve a sentarte, yo traeré las bebidas. Quieres lo mismo ¿verdad?
—Sí, pero, no es necesario que vayas tú solo. Te ayudaré...
—No, ni lo digas, yo te invité así que yo lo llevaré —le dedicó un guiño antes dar dar media vuelta hacia la caja.
Taekwoon fue a sentarse a la mesa que habían visto antes para poder esperarlo. No sabía exactamente cómo comportarse con aquel chico guapo revoloteando a su alrededor; jamás le había pasado, la mayoría de sus compañeros se veían alejados ante el aura oscura y seria que solía tener, y los pocos que no, terminaba huyendo de sus maneras frías y su mirada ceñuda.
Había ya probado todo eso en Wonsik pero este seguía allí, y aunque apenas lo conocía ya comenzaba a caerle bien, a gustarle su atención, cosa que era demasiado peligrosa.
"Ni te emociones, seguro solo tiene lástima de ti, y se alejará en cuanto vea lo molesto que eres, porque..."
Afortunadamente, esa voz en su cabeza se vio silenciada en el momento en que Wonsik volvió a sentarse en la mesa, aunque en lugar de las bebidas traía una especie de paleta de plástico con un gran número en ella.
—Al final no fue necesaria la ayuda, un mesero nos traerá todo en un rato más.
De pronto Taekwoon recordó algo.
—Oye, ¿me pediste otro café? Aún tengo el del termo.
—Ese ya debe estar frío, te pedí otro junto a algo de comer, así lo disfrutarás más. El otro los puedes calentar y beber después, cuando estés en tu casa quizá.
